Día 204º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático.
¡Se acabó! Esta historia ya no da más de sí y antes de que se convierta en un
bucle en el tiempo oficialmente le han decretado el punto y final. De igual
manera que el 14 de marzo apareció por decreto el estado de alarma hoy 21 de junio, día de san Luis Gonzaga, se
desvanece para perderse en el olvido, quedando reducidas nuestras experiencias
a una colección de anécdotas.
Eso es precisamente lo que más nos alarma. ¿Qué se ha
corregido durante estos 96 días entre confinamiento y desescalada progresiva? Todo sigue igual que el 7 de marzo: la
pandemia está en otros países y aquí la tenemos controlada. A partir de hoy
-como ya pasaba el 7 de marzo- una persona puede circular desde Irún a Cádiz o
desde Almería a Finisterre y volar hasta cualquier archipiélago. La única
novedad: basta la protección de una mágica mascarilla paralotodo -una sugerencia: debería imprimirse el DNI en la
mascarilla porque cuando alguien saluda por la calle a veces cuesta
reconocerlo-.
Parece que nuestro Gobierno lo haya programado con tiempo -dejando
en evidencia a quienes le acusamos de improvisación constante-: se va de
vacaciones justo ahora, repartiendo toda la responsabilidad en la Comunidades
Autónomas -¡miedo me da!-. Para despedirse nuestro presidente, como un turoperador
cualquiera, recomienda que hagamos
turismo y disfrutemos de la gastronomía de nuestro país. Eso con el permiso del
señor Simón y su científica y a la vez intrigante propuesta de evitar la movilidad sin sentido. Han sido 96 días
en que se han cubierto de gloria.
Y un apunte económico: los 16 mil millones de euros para el
fondo social vienen de Europa y el Ingreso
Mínimo Vital sale de unos presupuestos aprobados por... ¡el señor Rajoy!
Sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no hay
otras).
Y hasta aquí mis reflexiones en voz alta: hoy es el fin del
mundo según la última científica reinterpretación del calendario maya. Ha sido
un placer teneros como lectores. Me habéis acompañado y os he sentido muy
cerca. A la espera de entrar en una nueva era cósmica... ¡Gracias a todos y
hasta la vista!
(Volveré)