jueves, 28 de mayo de 2020

Día 180º de la pandemia del Covid-19


Día 180º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. Ayer en el Congreso faltó que nuestros representantes políticos hubiesen aparecido con los rostros señalados con pintura de guerra. El minuto de silencio, más que un respeto por los fallecidos, recordó a esos segundos tensos previos al pistoletazo de salida de los 100 metros lisos de la final de unos Juegos Olímpicos. Es nuestra clase política. Incluso hubo quienes se recordaron mutuamente su pedigrí familiar, del que seguro están muy orgullosos ambos aunque se los intercambiaran en tono ofensivo.

Es el resultado de tanta crispación acumulada. El Gobierno ha enlazado una cadena de errores, algunos demasiado graves y su obligación es rendir cuentas. Muy probablemente otros lo hubiesen hecho peor, pero eso no es una excusa. Ni tampoco que lo han hecho lo mejor que han podido. No vale. Son los que estaban al mando y su obligación era hacerlo bien. Lamentablemente han cometido demasiados fallos y lo correcto es esclarecerlo.

No se trata solo de las contradicciones en torno al 8 de marzo. También está la opacidad informativa, la escasez de medios de los sanitarios, el equipo de expertos que nunca existió, el drama de las residencias de nuestros mayores, la falta de pruebas rápidas de detección, el descuento de fallecidos, las diversas recomendaciones sobre las  mascarillas, los criterios de avance de fases... hasta llegar a su intromisión en los mandos de la Guardia Civil.

Continuemos confiando en nuestras autoridades (porque no hay otras).

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