martes, 29 de diciembre de 2015

Walking Dead


         Con seis temporadas ya cumplidas The Walking Dead se ha hecho un sitio entre las series más exitosas con el mérito añadido de tratarse de una serie de terror. Gracias a unos guiones bien estructurados y la dosificación de las escenas truculentas en función de los capítulos cada episodio coordina diferentes aspectos psicológicos de sus personajes marcados por la acción que sostiene el argumento central.

         De todas formas empieza a dar la impresión de que ya ha tocado techo. Traducido a números: difícilmente ganará nuevos seguidores y en un margen corto de tiempo se limitará a satisfacer a los incondicionales que se mantendrán siempre y cuando los cambios no pongan a prueba su capacidad de adaptación.

         Todo esto sucede porque la serie ha entrado en un bucle sobre sí misma. Los muertos vivientes no han modificado ni un solo rasgo desde el principio. Siendo incapaces de pensar y de organizarse su única cualidad es su agobiante persistencia. Pero los humanos tampoco han mejorado sus condiciones y siguen sobreviviendo con los mismos recursos que en la primera temporada, cambiando solo las circunstancias.

         Equilibradas las fuerzas, la serie puede continuar sin modificaciones todo lo que su público quiera, siempre y cuando ningún caminante se coma a los guionistas.



sábado, 26 de diciembre de 2015

Ojipláticos


         Rastreando el origen y significado de esta palabra se puede apreciar cuánto recursiva puede ser una lengua. Este neologismo todavía no está referido en el Diccionario de la RAE pero poco a poco se va abriendo camino y cada vez son más los periodistas que recurren al él para describir un rostro de sorpresa o incredulidad. Ojiplático ya ha desplazado a patidifuso.

         Sus primeros usos corresponden a la prensa del corazón, asidua a entrevistar a personas de escaso cultivo intelectual que a falta de vocabulario y léxico potencian sus mensajes con una exagerada gesticulación -tanta que recuerda a los actores del cine mudo-. Ante preguntas ininteligibles para ellos acomodan su rostro con los ojos abiertos al máximo, como mostrando su voluntad en prestar los cinco sentidos para entender el enunciado. De ahí no pasaban, de abrir los ojos como dos platos soperos porque ya no daban más de sí.

         La referencia más antigua de este vocablo la he encontrado en Internet en octubre de 2007. Seguro que ya fue introducida en nuestro léxico un tiempo antes. Ahora nos queda la opción de que la Asociación de Academias de la Lengua Española le reserve una entrada en su diccionario junto a otros términos como amigovio, tunear, papichulo...


miércoles, 23 de diciembre de 2015

Herodes


         La Historia reservó el trono de los infanticidas al rey Herodes el Grande (73-4 a. C.). La matanza de inocentes ha venido representándose con especial énfasis en los cuadros religiosos donde los miles de cuerpos de niños se apilaban en montones o yacían diseminados entre ríos de sangre. Tal fue la maldad del despiadado rey.

         Se exagera cuantificando por miles las víctimas. Con ingenio el cineasta Luigi Magni en su película Según Poncio Pilatos bromea sobre las cifras, llegando a la conclusión de que en una pequeña aldea como Belén entonces habría entre cinco o siete niños como máximo. Con ello minimiza la magnitud del crimen restando méritos al infanticida más importante de la historia.

         El caso es que salvo el Evangelio de Mateo ningún historiador de la época confirma este deplorable pasaje. Algunos incluso sostienen que Herodes murió antes de que Jesucristo naciera. Con todo, descartada la veracidad de tan horribles hechos, un buen Portal de Belén no puede prescindir del palacio de Herodes, como recóndito refugio del mal que acecha, justo la noche en que reina el mensaje de paz universal.


domingo, 20 de diciembre de 2015

Finlandia


         Revisando el sistema de estudios que rige en Finlandia llegamos a la conclusión de que aquí hay algo escondido. Desde 2003 el sistema educativo finlandés encabeza el informe PISA recibiendo elogios y postulándose como ejemplo para otros países. La clave de la interpretación de las cifras está en parámetros de referencia centrados exclusivamente en la Primaria y su profesorado sin tener en cuenta otros aspectos relevantes.

         En el país nórdico la escolarización empieza a los 6 años y acabada la etapa obligatoria, pese a que su sistema presume de los mejores profesionales y de una baja tasa de abandono escolar, solamente el 20 por cien de los graduados en Bachillerato acceden a la universidad. Ya dentro del ámbito universitario, salvo la Universidad de Helsinki, 35000 estudiantes, que está muy bien valorada, las demás fondean entre la mediocridad general.

         Con estos datos, se hace sospechoso que constantemente se cite el sistema finlandés como modelo, pues de ser aplicado en España supondría desatender a unos dos millones de estudiantes, entre niños y adolescentes, además de la centralización absoluta de los estudios universitarios de élite en una única universidad.


jueves, 17 de diciembre de 2015

Utopías


         Las utopías no existen porque simplemente proponen una versión lineal de una realidad corregida. En el fondo todas las utopías concurren en una proyección de una idea hacia un infinito desenfocado. Propiamente, una utopía ni es un sueño ni un deseo; tan solo una falacia descabellada nacida desde un error de cálculo. El fallo de inicio consiste en entender la buena voluntad como un valor natural de los hombres. Con ello solo dan margen para dos opciones: o un imposible o un fracaso garantizado.

         Llama la atención que grandes filósofos y pensadores hayan caído en la tentación de enunciar sus propias utopías, especialmente aquellas que tenían un contenido social. Da la impresión de que según iban exponiendo sus ideas eran conscientes de su inviabilidad. Por eso las lanzaban al vacío sorprendiéndose al encontrar fanáticos convencidos de poder llevarlas a cabo.

           No puede haber propuesta más absurda que concebir un mundo estructurado sobre un equilibrio económico, un reparto justo y una armonía de pensamientos. Sencillamente porque para ello el ser humano tendría que renunciar a su propia naturaleza. Y esa es de por sí la utopía de las utopías.


lunes, 14 de diciembre de 2015

Grano


         La Vía Láctea y Andrómeda, la dos galaxias más grandes del Grupo Local, se encontrarán según algunos cálculos aproximadamente dentro de tres mil millones de años, teniendo en cuenta que su distancia se reduce alrededor de los 300 Km/segundo. Entonces empezará la fusión entre ambas, un proceso más o menos rápido con una duración de casi dos mil millones de años. Hay científicos que ya han adelantado el aspecto que pueda tener Lactómeda, la supergalaxia resultante.

         También nuestro Sistema Solar se desplaza dentro del Universo a una velocidad de 20 Km/segundo en dirección hacia la constelación de Hércules, cuya estrella más cercana dista 27,4 años luz de la Tierra. A ese paso alcanzará su destino en más de 43 millones de años. Con esta perspectiva, el final de la Vía Láctea resulta intrascendente para nosotros.

         Con esta visión tan caótica del Cosmos el futuro de la Tierra, ese grano de arena flotando en el espacio infinito, queda por debajo de la insignificancia. Son cifras que se escapan de nuestro control,  a diferencia de esos dos grados que los gobiernos del mundo se han puesto como objetivo para evitar un apocalíptico calentamiento del planeta. Que no se quede en una declaración de intenciones, al menos para que el Granito prolongue su vida un millón de años.


viernes, 11 de diciembre de 2015

Flores


         Los románticos eligieron las flores para representar el amor. Su ternura, su fragilidad y su belleza. También por su forma de estimular los sentidos al tacto y al olfato encajan perfectamente en el sentimiento de los enamorados que aprovechan cualquier excusa para acompañar de una flor su te quiero.

         El poeta inglés Alfred Tennyson lamentaba el destino tan cruel que los enamorados deparaban para las flores: morían arrancadas por los amantes. Olvidaban que muy probablemente ese amor firmado con los pétalos de una flor acabaría languideciendo y marchitándose con la misma brevedad. Amantes y flores compartían la fugacidad del momento.

         Goethe, por el contrario, prefería hablar a las flores. Las seducía con la palabra para entenderlas mejor. Una vez entablada la amistad las tomaba desde las raíces y las trasplantaba. No moría la belleza, es cierto, a cambio de perder la libertad reducida a una taciturna maceta.

         Los enamorados eligen bien para mostrar su amor. También ellos sucumben con efímera pasión tras el ímpetu inicial o se consumen dentro de una trampa de donde es imposible escapar.

Porque hay amores que matan. Los otros, quizá, no sean amor.


martes, 8 de diciembre de 2015

1975


La industria discográfica recuerda el año 1975 como uno de los más brillantes de toda su historia. Hace cuarenta años por estas fechas se cerraba un ciclo de extraordinarias obras y se dejaba entrever un esbozo del importante giro que el mundo de la música comprometida iba a sufrir en los años venideros.

Ese año Pink Floyd nos presentó Wish You Were Here como homenaje a su creador Syd Barret. Led Zeppelin dio cuerpo a un mítico doble Phisical Graffiti en un derroche de producción y creatividad. A su vez Bob Dylan volvió a tocar el corazón del mundo con su Blood On The Tracks, álbum donde se incluye el inspirador If You See Her, Say Hello. También Queen confirmó su calidad con A Night At The Opera. Simplemente señalamos cuatro ejemplos considerados clásicos imprescindibles de los muchos que hubo aquel año.

El rock también dio muestras de debilidad, dejando entrever que los tiempos iban a cambiar en breve. Horses, primer disco de Patti Smith, entró como un huracán. Actualmente está etiquetado como protopunk. Todavía nadie podía imaginar que los Sex Pistols ya estaban a la vuelta de la esquina.

Visto con la nostalgia de cuarenta años de perspectiva, se echa de menos disfrutar de piezas tan angulares entre el maremágnum musical actual.

         

sábado, 5 de diciembre de 2015

Insectos


         Con frecuencia comparan nuestras modernas ciudades con un hormiguero, en especial al referirse a las grandes macrourbes. La imagen salta a la vista cuando miramos el denso tráfico de los vehículos circulando por un puente. Se cruzan en ambos sentidos como una hilera de hormigas en busca de su fuente de alimentos.

         El aglomerado de edificios también nos recuerda a una colmena. Nuestros panales crecen hacia las nubes en irregulares rascacielos. A través de las ventanas al trasluz se perfilan las siluetas de las abejas en su trabajo. Cada cuadradito semeja una celda donde las ninfas reciben el alimento seleccionado para determinar su especialización. Aquí no hay miel, ni hay ninfas... solo negocios y acciones que se cotizan en bolsa.

         Vistos bajo esta perspectiva no se diferencian tanto los hombres de los insectos. Solo nos faltaba saber que según ciertos entomólogos los insectos también tienen sentimientos, son capaces de responder proporcionalmente a la intensidad de los estímulos y ajustar su comportamiento según las circunstancias. Y, al igual que los humanos, se intuye que la ajetreada vida de un hormiguero o de un panal provoca estrés en sus individuos. Lo dicho... nos parecemos demasiado.


miércoles, 2 de diciembre de 2015

Cultura


         Bajo la carpa de la cultura se esconden tantas acepciones que confunden de igual modo al que la pronuncia como a quien la escucha. Hoy la cultura encarna un tabú, o mejor dicho, un mito que se escapa de nuestro sistema de valores, llena la boca de los parlanchines y se percibe vacía por el frecuente abuso al que se somete.

         Insistamos en que al referirnos a la cultura, así, en término amplio y despersonalizado damos cuenta de un conjunto de modos de vida y costumbres, gustos, conocimientos y desarrollo tecnológico de un colectivo atendiendo a su época o civilización. Por eso hoy hablamos de cultura occidental, que por su desarrollo y extensión incluye la mayor parte del planeta. Hasta las lenguas más distantes acaban compartiendo un espacio común que conforma la globalización de los idiomas, descartándose a sí mismos como elementos distintivos de una cultura.

         Por eso no se entiende que constantemente salten defensores de la existencia de culturas nacionalistas tratando de perfilar las señas de identidad a base de rasgos diferenciadores que llegan a torcerse discriminatorios y dividen a la sociedad reclasificando a los individuos. Especialmente cuando utilizan registros exclusivamente occidentales.