Las larvas de un panal según la
alimentación que reciban durante su desarrollo acabarán convirtiéndose en
reinas, obreras o zánganos. Ciertas sustancias que componen la jalea real
provocan que los huevos puestos por una misma reina den lugar a sujetos
diferenciados y especializados. Con ello se garantiza la supervivencia de la
colonia y de la especie.
En las sociedades humanas, a falta de
jalea real, la educación forma y perfila a los individuos de tal manera que,
según sus propias tendencias, aptitudes y cualidades se repartan las distintas
funciones necesarias para que la sociedad pueda seguir desarrollándose. El
futuro de un estado moderno se sostiene sobre los planes de estudio, las leyes
de educación y los programas de formación.
Mientras los gobiernos acepten escuelas
privadas el dinero tendrá el mismo efecto de la jalea real. Porque aquellos que
reciban una preparación elitista e inaccesible para la mayoría se convertirán
en los individuos alfa, la casta dominante, elegidos para gobernar. Mientras,
los parias, educados con recursos mucho más limitados, competirán entre sí para
ir ocupando aquellos puestos menos decisivos. Dependiendo del éxito alcanzado,
además, se sentirán agradecidos a este sistema.
No nos
diferenciamos tanto de las abejas.