martes, 27 de noviembre de 2012

Cínicos




Cualquier día de estos, siguiendo el ejemplo de Diógenes de Sinope, algún buen hombre entrará en el Congreso y alumbrado por una lámpara a plena luz del día irá buscando políticos. Al verle pasar levantará sonrisas y burlas. ¿Cómo es que necesita una lámpara para buscar diputados en el congreso a mediodía? Y nuestro amigo dirá que la luz del sol no es suficiente para poder encontrar al menos un político honesto entre tanta corrupción.
La escuela cínica de la Antigua Grecia apareció en el siglo IV a.c. bajo las enseñanzas de Antístenes, un discípulo de Sócrates. Estos cínicos señalaban que la felicidad del ser humano radicaba en los propios valores que como ser conlleva, rechazando las condiciones materiales que la civilización proponía. Una introspección espiritual le llevaría a su estado ideal. Para defenderse de las burlas los cínicos acusaban la corrupción y degradación social, especialmente de las instituciones y de sus responsables, mediante la ironía.
Podemos encontrar rasgos de cinismo filosófico en los propios Evangelios, así como en las obras de los grandes clásicos de la Literatura y Filosofía moderna como Shakespeare, Swift o Voltaire e incluso de los casi contemporáneos Oscar Wilde o Bertrand Russell.
Pero la palabra cinismo también es recogida en el diccionario de la RAE como desvergüenza en el mentir, arte practicada por la mayoría de nuestros legales representantes en el Congreso. Así nuestro anterior presidente no se sintió ridículo negando durante su mandato la existencia de una crisis y más tarde anunciar unos invisibles brotes verdes para nuestra economía; así el actual desprecia totalmente la letra de su programa electoral una vez alcanzado el poder.
Es cuestión de cínicos.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Maltratados



Las mujeres maltratadas forman un sector incomprendido de nuestra sociedad. Por mucho que grupos feministas, medios y finalmente leyes denuncien su realidad, se sigue teniendo una visión alejada de su sufrimiento porque cuesta mucho entender que ese infierno proceda de una relación en la que pensaron hubo amor.
Algo parecido nos está ocurriendo con nuestra Democracia. ¡Qué felices nos sentimos aquel día en que contrajimos el sacro vínculo de la Constitución! Dirigentes y pueblo nos juramos fidelidad absoluta, aceptándonos incluso con algunos defectos que esperábamos resolver con el paso del tiempo.
Y he aquí, cual matrimonio a la deriva, nuestros dirigentes nos traicionaron. De la misma manera que un cónyuge alcohólico o ludópata despilfarra el jornal del que sobrevive su familia, un gran número de nuestros políticos han manejado a su antojo los presupuestos, han manipulado sus decisiones y han antepuesto su beneficio personal. Y de la misma manera que actúa un maltratador -también dedica una caricia, un gesto de reconciliación- estos que gobiernan nos han hecho relativas concesiones para suavizar su desprecio.
Hasta que se desenmascara todo. Y ahora, que empieza a faltar el dinero incluso para comer, es el momento de echarle la culpa a su paciente pareja, y es ella quien tiene que solucionarlo. Así, la función pública, la sanidad, la educación… que siempre están ahí, serán responsables de tanto gasto y quienes deban arreglar esa traición renunciando a sus propios derechos.
         Todos, ilusos, pensamos en unas nuevas elecciones, creyendo que entre dirigentes y pueblo habrá un buen acto de reconciliación, un darnos otra oportunidad, un volver a empezar… Cuesta mucho aceptar que somos maltratados.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Imágenes




Abro los ojos… veo. Cierro los ojos… pienso. Abro los ojos… miro. Cierro los ojos… siento. Abro los ojos… observo. Cierro los ojos… imagino…
¿Y si parpadeo? ¿Y si fuese capaz de parpadear 24 veces por segundo? Entonces sería capaz de no diferenciar la realidad de la imaginación. Cada segundo tendría cinco décimas con los ojos abiertos y otras cinco con los ojos cerrados. ¿Y qué predominaría? ¿Cómo entendería mi entorno?
Estoy seguro de que si me limitase a todo lo que percibo con los ojos abiertos daría un mayor valor a la materia, a los objetos, a los hechos. Me guiaría por la experiencia y llegaría a la explicación científica de todo lo que me rodea.
Si, en cambio, viviese con los ojos cerrados mi mundo sería el de los sueños. Entendería la existencia de tal manera que mi mente la moldearía a su antojo. Y en ella desarrollaría mi espíritu y mis placeres y mis fobias.
Y entre esa realidad y esa imaginación que comparten el mismo segundo de vida está la imagen. Captada en un acto imperceptible, luego nos traslada a infinitos mundos por su propia naturaleza evocadora. La imagen pertenece al gesto que existe justo entre el abrir y cerrar de ojos. Y desde allí enriquece nuestro espíritu y hace crecer nuestro conocimiento.
Las imágenes no toman el tiempo para nacer y por eso no mueren nunca.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Rolling Stones


         Los Stones acabaron en el 76. GRRR triple CD, 2 temas nuevos entre 50 canciones.

Tienen lo que se merecen. Todos tienen lo que se merecen. Los fans de los Stones se lo han ganado y con creces. Las multinacionales siguen provocando al público.
En 1976 los Rolling Stones publicaron Black & Blue. Fue su decimoquinto album en estudio y el golpe más duro para sus seguidores que entonces se dividieron definitivamente en incondicionales y nostálgicos. Está claro que los incondicionales fueron mayoría y lo siguen siendo. Y como sádicas majestades así los maltratan editando cuando y cuanto les viene en gana nuevos álbumes, simple relleno de composiciones mediocres para acompañar a un par de temas que huelan a Stones. Siempre con el beneplácito de la correspondiente discográfica que se une en el negocio. El descaro ha ido en aumento y últimamente ni siquiera se han ruborizado en presentar productos como Forty Licks, 40 temas (40 aniversario de la banda) de los cuales cuatro eran nuevos y el reciente Grrr, 50 temas (50 aniversario) con tan solo dos novedades.
After-Math (1966), Beggars Banquet (1968), Let It Bleed (1969), Sticky Fingers (1971), Exile On Main Street (1972) o It’s Only Rock’N’Roll (1974) son algunos de sus trabajos que les llevaron desde la cumbre del rock a la leyenda, al mito. Su potencia creativa era tan grande que el LP era insuficiente para recoger todo el material y se tenía que complementar con los singles. Entonces, incluso las primeras recopilaciones de la Decca eran justificadas porque reunían en un único disco los mejores singles del grupo.
Después llegaron los productos. Tras el ya mencionado Black & Blue (1976) vino Some Girls (1978) con el que pretendieron acercarse a la onda punkie que había desolado el cansino panorama rockero de finales de los 70. Tattoo You (1981) se presentó tras recuperar outtakes, algunas aparcadas más de diez años, con dos composiciones nuevas. Y en 1983 firmaron un contrato con la CBS.  Desde entonces, extraordinarias presentaciones de los nuevos trabajos y de las giras para promocionarlos. Hasta su último fichaje por la Virgin.
Con todo hay que reconocer que Jagger, Richards y sus amigos tienen también su punto nostálgico y siempre han hecho concesiones como el Mocambo side incluido en el Love You Live (1977) o el Stripped (1995), además de recuperar en todas sus actuaciones viejas canciones junto con las grandes clásicas.
Por eso, los incondicionales celebran la aparición de esta nueva colección agradeciendo las dos novedades, las discográficas exponen su negocio y los nostálgicos, tras su gesto de desaprobación, recurren a su amigo del P2P para seguir en contacto con los más grandes del rock.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Dioses



En el principio el hombre creó a dios … y vio que era útil.

El sentido trascendental que cada ser humano puede darle al hecho de vivir no tiene por qué pasar por la concepción de un dios. La inmensidad del ser es una sensación de vértigo que solo se vislumbra cuando se prescinde de sí mismo. En una sola idea: el punto de equivalencia del Todo y la Nada.
No existen normas que regulen este encuentro. No hay elementos positivos ni negativos, ni buenos ni malos… no hay leyes, no hay inocentes ni culpables… no hay juicios, no hay jueces.
Sin embargo el comportamiento del individuo dentro de la sociedad está codificado. Es más, para que haya sociedad es necesario que esté codificado. Desde la noche de los tiempos el grupo selló sus propias garantías de supervivencia en este hecho. Y le llamó leyes y las promulgó mediante un dios.
Efectivamente, hizo falta generar un individuo más poderoso que todo el conjunto de sabios ancianos, de nobles patricios o victoriosos guerreros capaz de hacer cumplir esas leyes incluso más allá de la propia tribu, más allá de la propia vida.
Y este Dios, inventado y bendecido en una confabulación mística, dictó sus leyes, cuya transgresión no fue el delito sino el pecado. Pero, aun siendo Dios omnipotente, tuvo que rendir pleitesía a los herederos de sus creadores. Así la imagen de Dios ha venido adaptándose cuantas veces falta ha hecho a las necesidades de la sociedad: del Dios terrorífico medieval, se ha pasado al comprensivo y paternalista de nuestra época. Y es que no solo el Hombre creó a Dios, sino que además lo hizo a su imagen y necesidades.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Palabras




         Es un interesante ejercicio tratar de explicar qué es una palabra. Ese concepto que todos asentimos conocer y qué pocos atinan a resolver. De por sí ya exige un esfuerzo, pues necesitamos las palabras para explicar la palabra. Y con ellas gozamos toda una forma de entender la vida.
Las palabras se dan, se quitan, se toman, se miden… a veces se escupen, otras se susurran. Los que prometen las entregan con honor y las cumplen, los jueces las otorgan, pero las palabras también se las lleva el viento. Hay palabras que hieren y duelen, hay palabras de apoyo, de afecto. Las palabras se refugian en el diccionario, y las que no lo hacen son palabros. Las palabras proceden de otros idiomas, se inventan o se reinventan sobre sí mismas, las palabras están ahí y nos definen.
Se dicen palabras sin pensar, frente a las meditadas y sopesadas. Otras huyen de nosotros cuando no tenemos palabras para manifestar lo que sentimos. Hay palabras que son dardos, hay quien prefiere los hechos a las palabras. Todo se puede arreglar con buenas palabras. A veces con una palabra se escapa un secreto. A veces son esperpénticas, a veces son divinas palabras. Acertadas y justas en sus precisos momentos, disonantes, equívocas, ruidosas o lisonjeras suenan las palabras en boca del incauto.
Las palabras surgen de nosotros para envolvernos. Las palabras son nuestro verdadero traje intelectual. Podríamos estar hablando de las palabras una por una. Podríamos no detenernos nunca, aunque todavía no hayamos explicado fríamente qué es una palabra. Se nos escapa el verdadero significado de la palabra. Las palabras también tienen sinónimos: vocablo, término, verbo, voz…
Y siempre al final está, alguien la pronuncia, alguien la tiene, la última palabra y ni una palabra más .