Día 189º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático.
Para ser honesto reconozco que no sé si el avance en las fases de desescalada se corresponde porque el
Covid-19 empieza a remitir o porque el desgaste ocasionado es tal que se están
perdiendo las fuerzas para resistir. Es algo así como un o se acaba la pandemia o nos acabamos nosotros.
Que durante estos tres meses la credibilidad en este Gobierno
ha quedado erosionada es una evidencia. Sus actuaciones no solo son criticadas
en España, sino que han trascendido en las publicaciones con mayor prestigio
internacional, como la aparecida en el Financial
Times. El paso a la fase 3 será un alivio para muchos, en especial para los
señores Illa y Simón -que no hay que confundirlos con Faemino y Cansado, por muy absurdas que sean sus exposiciones-
porque las decisiones ya recaerán bajo la responsabilidad de las Comunidades
Autónomas.
Y las vísperas nos anuncian lo que se nos viene encima. La
Justicia ha roto la veda sobre el Gobierno de Aragón al que condena por no
proteger a los sanitarios ante el coronavirus. Seguidamente ha sido el Gobierno
del País Vasco quien ha recibo el fallo en contra por vulnerar el derecho a la integridad física de los agentes de la
Ertzaintza. Son las dos primeras sentencias de una lista tan larga como los
tres meses de confinamiento.
Incluso se podrá hacer una clasificación de despropósitos.
Las apuestas señalan como favorita a la madrileña señora Díaz Ayuso -por lo
visto aspira a batir algún récord-, sin dejar de lado al Cat.Salut catalán que
se ha especializado en ocultar cifras. Esto por señalar a las comunidades con
los números más alarmantes.
¡Y pensar que todas estas autoridades fueron elegidas para
que lo hiciesen bien!
Sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no hay
otras).
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