sábado, 28 de junio de 2014

Regresiones


Tienta pensar que hemos vivido una vida anterior. O mejor, muchas vidas anteriores. Tienta retornar a existencias remotas e imaginarse quiénes fuimos, qué hicimos, cuánto vivimos.

Curiosamente en la mayoría de los casos en que buscamos tener conciencia de nuestra actual reencarnación percibimos nuestro presente un tanto estancado, un tanto anodino, un tanto falto de sentido. O, por qué no, queremos retroceder a otras vidas para entender nuestras actuales reacciones, nuestras fobias y gustos.

Con un poco de gracia, fácilmente podríamos recrear ese regreso al pasado donde no por casualidad siempre ocuparíamos un lugar ventajoso. Algunos se identifican con discípulos de Sócrates, otros con brillantes consejeros en las cortes medievales. Pero hay que desengañarse, las probabilidades estadísticas son lapidarias: si hubiésemos nacido en la antigüedad clásica hubiésemos sido esclavos, y de haberlo hecho en la Edad Media hubiésemos muerto de peste... y casi siempre sin pasar de los treinta-cuarenta años de vida.

Aún recuerdo a un regresionista que viajando en el tiempo reconoció haber sido escolta de Napoleón, aprendiz en los talleres de Leonardo y camarero en la Última Cena... todo para acabar de charlatán en la actualidad.




miércoles, 25 de junio de 2014

Naipes


        Figuradamente siempre se desaconsejó utilizar los naipes para construir castillos. Levantados pacientemente, el propio peso de la ligera carta fuerza el equilibrio hasta provocar su desmoronamiento. Un castillo de naipes es sinónimo de ilusión efímera, brevedad. Quizá por ello nos los tomamos como un juego, quizá por eso no les hacemos caso.

        Enlazar palabras también puede tomarse como una actividad ilusoria. El caprichoso pensamiento quiere darle cuerpo a la razón aprovechando que las ideas fluyen y flotan hasta encadenar percepciones con sensaciones y juicios con ilusiones, como si las palabras así jugadas conformasen cuatro palos de una imaginaria baraja. Palabras siempre pendientes de la fuerza del viento.

        Para hilvanar y engarzar palabras en frases hace falta tanta o más concentración como para que un castillo de naipes levante varios pisos. La ventaja reside en que las palabras, una vez cimentadas, pasan a interpretar y desvelar la realidad remplazando objetos por signos, mientras que los naipes, tras ceder su verticalidad, caen informes unos sobre otros.

Una frase funciona como un castillo de palabras esperando que una brisa las difunda.



domingo, 22 de junio de 2014

Cristales


Los cristales solo dejan pasar la luz. Ni el sonido, ni el olor, ni el calor. Los cristales cambian los colores, moldean las formas, distorsionan y mienten. Por frágiles que nos parezcan funcionan como muros blindados que nos separan de la realidad.

Siempre nos asomamos al mundo a través de un imperceptible cristal. E inconscientes de su presencia damos vía libre a la interpretación. Vemos lo que interpretamos ver, entendemos lo que interpretamos entender. No importa el grado de transparencia u opacidad que tenga el cristal ni su grosor. Nuestra voluntad de interpretación acomoda la luz filtrada. Y por eso, a partir de lo que hemos dado por visto y lo que hemos dado por entendido llegamos a sentir.

A veces nos vendría mejor cerrar los ojos y apartar el engaño. Entonces, oiremos las palabras, oleremos los aromas y notaremos el calor de las personas. Y no nos importará el color ni la imagen, porque entonces sí podremos apreciar la realidad, la profunda verdad que todos llevan dentro.



jueves, 19 de junio de 2014

Cadenas


Para poner en contacto personalmente a un bosquimano del Kalahari y un yakuto de Siberia necesitaríamos como máximo formar una cadena con seis intermediarios, según los cálculos del escritor húngaro Frigyes Karinthy, pese a los 13.000 Km que les separan. La idea parte de que cada persona tiene unos conocidos y estos a su vez otros tantos, y así sucesivamente multiplicándose el número de relacionados de forma exponencial hasta enlazar una red que alcance a todos los habitantes del planeta.

Con este principio se organizaron las estafas piramidales y también los equipos de ventas a domicilio, ya que se hace tentador pensar que un producto puede llegar por medio del boca a boca a toda la población mundial, entendiendo todas las ventajas que supone este tipo de divulgación.

Por eso se hace sospechoso que las redes sociales promuevan olas de cadenas. Con ello establecen muy fácilmente un seguimiento del recorrido y la velocidad de cualquier iniciativa, pudiendo así prever las opciones de éxito. Un juego aparentemente tan inocente como es pedir que suban una foto de la infancia a tres contactos en un plazo de tiempo determinado suministra muchísima información. Y lo malo es que además nos hace gracia.


lunes, 16 de junio de 2014

Animales


El comportamiento humano con los animales se puede dividir en dos grandes grupos: los que se distancian claramente y los que se entienden con ellos.

En el primer grupo están aquellos que conciben el mundo animal como un objeto de explotación, uso y disfrute. Los animales están a disposición para lo que se quiera. Su aprovechamiento no tiene límites: las granjas industriales, los laboratorios, la caza, el espectáculo, los deportes... y las deplorables fiestas populares.

Se oponen a ellos quienes tienen conciencia de compartir el planeta con los animales. No es lo que se pueda aprovechar de un animal... es lo que un animal ofrece. Ese respeto por la vida ha dado lugar a un entrañable vínculo de convivencia con algunas especies, hasta el punto de  aceptar a estos amigos animales como verdaderos miembros de la familia con toda naturalidad.

Para unos, los animales no tienen derecho a nada. Los otros exigen unas leyes justas que los respeten. Y en medio los inocentes animales. Pero no olvidemos que animal es el que tiene ánima, alma, es decir, vida, y en eso animales y humanos somos todos iguales.


viernes, 13 de junio de 2014

Tecnologías


         Mucha gente se pregunta, hoy desbordada por todo tipo de tecnologías, cómo se podía vivir no hace tantos años sin los avances actuales. Nuestro día a día ha asimilado un sin fin de innovaciones tecnológicas con tanta naturalidad que se nos han hecho imprescindibles. Y eso que la mayoría de nosotros nació antes de que el ciudadano medio tuviese acceso a todas estas novedades.

         Claro está que siempre se levantan voces que reniegan de esa dependencia tecnológica. Cuando estas personas proponen un uso moderado de las nuevas tecnologías realmente detrás de esos mensajes apelando a la cautela y a la prudencia se esconde un inmovilismo irracional que rechaza cualquier cambio.

         Con esta postura no ofrecen ninguna alternativa. Lo peor no es esa reivindicación a vivir anclados en un pasado, sino que con ello alientan conformismo y desinterés entre quienes no tienen acceso al desarrollo tecnológico y los entregan en clara desventaja a los que sí lo disfrutan, que suelen pertenecer a las clases sociales mejor acomodadas.

         El correcto uso de cualquier invento solo depende de la mente de quien lo utiliza. Las tecnologías no se escapan de esta ley general.
        


martes, 10 de junio de 2014

Delatores


Modificar ciertos hábitos sociales cuesta mucho, demasiado. Lo llevamos grabado en nuestro ADN: no somos chivatos. Si alguien no cumple, no nos vemos con la responsabilidad de denunciarlo. Lo hemos hecho en casa con nuestros hermanos, en el colegio con los compañeros y como ciudadanos también encubrimos al mal ciudadano. Existe a modo de un pacto no escrito que nadie debe delatar a nadie.

Cierto es que hay delitos que la sociedad repudia, especialmente cuando media cualquier tipo de violencia. Sin embargo, esta misma sociedad muestra una tolerancia y permisividad con pícaros, rufianes o granujas que sobreviven a costa de sus pequeñas pillerías y multitud de trampas. Y aunque las cárceles están llenas de estos ladrones minimalistas, no lo es por la colaboración ciudadana, sino porque son tantos que saltan a la más mínima investigación.

El tema es serio, porque con esta postura reforzamos la injusticia. No vale alegar que la inmoralidad y sinvergonzonería invade los estamentos más altos de nuestra sociedad, ni cuantificar económicamente el importe de la estafa.

Roba quien no declara sus ingresos o quien no paga sus impuestos. Se aprovecha de todos quien disfruta de injustificadas subvenciones, quien desperdicia una beca o quien recibe un subsidio y cobra en dinero negro. Son todos pequeños delincuentes que viven confundidos entre nosotros porque muchas veces no nos diferenciamos tanto de ellos. No somos delatores, simplemente convivimos todos juntos.


sábado, 7 de junio de 2014

Nacer


         Hace tiempo que dar a luz, al menos en los países desarrollados, dejó de ser un acto natural para convertirse en todo un manifiesto ideológico de compromiso para la mayoría de los padres. Los hijos vienen al mundo después de haberse cubierto unas garantías que incluyen un nivel económico más que suficiente.

Producto de estas exigencias saltan inconvenientes como las dificultades para conseguir un embarazo por la edad. Los hijos nacen porque los padres los buscan. Entonces se calculan los días fértiles, se intensifican los encuentros sexuales y si fallan se recurre a los costosos tratamientos de fecundación o a los polémicos programas de adopciones.

En cierta forma, nacer, lo que se entiende nacer, se ha desnaturalizado de tal manera que el pobre neonato, a los pocos segundos de respirar ya está en deuda con sus padres. Es el hijo deseado, producto del sacrificio y la constancia, con la obligación de responder a las expectativas generadas. Quizá, por eso, los que nacieron fruto del azar, de la noche descontrolada, de los irregulares cálculos de Ogino, de una píldora que no se tomó o del preservativo que se rompió, pueden decir que fueron accidentes, pero al menos nacieron libres.


miércoles, 4 de junio de 2014

Perversiones


        Propónganme cualquier perversión y citaré una cultura, una sociedad o una civilización que la practique y la haya sacralizado retaba Malinowski a todos aquellos partidarios de una ética natural universal del comportamiento humano.

Y no solo señalaba a los temidos sacrificios humanos con que se amedrentaba a exploradores y aventureros. Parricidios, incesto, poligamia, matrimonios entre menores,  iniciación sexual de niñas en el entorno familiar o ritos como la ablación del clítoris también son perversiones asociadas a distintas culturas que Occidente rechaza.

Convencidos de vivir en una sociedad, la nuestra, que ha superado todo tipo de perversiones, olvidamos que es una noción relativa y que muchos hábitos nuestros servirían de escándalo para la mayoría de los pueblos considerados primitivos.

No se hace referencia al consumo de drogas, ni del culto al sexo, pues todo esto también se da en todas las culturas. Para ellos, lo que resulta verdaderamente inconcebible es que la responsabilidad de elegir a la asamblea de sabios que han de gobernar al pueblo recaiga en una mayoría despreocupada, falta de compromiso, indiferente e ignorante a la que se convence con vacías promesas. Toda una perversión imposible de encontrar en otras civilizaciones.


domingo, 1 de junio de 2014

Bombillas

         El admirable poeta de la Generación del 27, Pedro Salinas, dedicó un hermoso poema a la luz de unas bombillas, entonces conocidas como bujías. Puntuales a su cita, igual que amantes, a espaldas de las celosas estrellas inspiraban el calor de los versos más ardientes. Salinas se mostraba infinitamente agradecido porque sus bujías le permitían prolongar sus horas de escritura hasta el amanecer.

         Cierto es que también los futuristas idolatraron las luces artificiales, en especial las de neón, como símbolo de progreso. Y cierto es que en la actualidad las protestas por todo el mundo contra el cambio climático también se centran en las bombillas coordinándose apagones generales en las principales megalópolis del planeta.

         Lo que para Salinas fue un símbolo del amor, hoy es campo de combate donde no casualmente se ha elegido la oscuridad como expresión formal de un rechazo al futuro. Lamentablemente este enfrentamiento recupera la lucha donde las luces de la Ilustración lograron despejar las tinieblas de la ignorancia y la superstición hace varios siglos.

Todo esto plantea serias dudas en las intenciones e intereses de cada uno. Solo tenemos claro que con la luz apagada se ve menos.