martes, 31 de marzo de 2020

Día 122º de la pandemia del Covid-19

Día 122º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. El sentimiento de encierro se acentúa cuando las noticias también nos aplastan con su monotonía. A pesar de los esfuerzos de los medios de (in)comunicación por desarrollar subgéneros como: vean lo mal que los hacen en otros países -imágenes de la India, cifras vertiginosas en Estados Unidos-, inconscientes que no cumplen con el confinamiento -cantidad de denunciados por la policía, imágenes de un montañista, o de un ciclista borracho accidentado-, vean cómo se las ingenian en sus casas -gente haciendo gimnasia, aprendices de cocinitas...-, coreografías vecinales -edificios enteros cantando himnos, jugando al veo-veo...-, para llegar a las gestas heroicas en los hospitales, actuaciones del ejército limpiando residencias.... apoyadas con los aplausos que reciben los que felizmente han superado la enfermedad, para dar paso al consabido mensaje oficial "cada vez estamos más cerca del pico".


Por otro lado, también hay gente que se queja de las estadísticas. Su rigor y frialdad deshumanizan este drama. En ese sentido tienen razón. Sin embargo, son el verdadero referente que nos permite entender, sobre todo, hacia dónde vamos. Hacen la misma función que una analítica, cuyos números ofrecen una versión más exacta de las dolencias de un paciente que su propio relato. Lo malo es que la interpretación de esas estadísticas también pasan por muchos filtros.


Con todos estos ingredientes tratar de reconocer y descifrar mensajes encriptados para recomponer el texto original puede convertirse en una tentación irresistible.


Así que sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no hay otras).

lunes, 30 de marzo de 2020

Día 121º de la pandemia del Covid-19

Día 121º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. Primer día de la hibernación laboral. Una decisión del Gobierno que técnicamente equipara sus medidas a las que se tomaron en Wuhan. Solo nos faltan los controladores de fiebres en las puertas de los supermercados.


Ayer, en mi refugio, pensaba que no me gustaría estar en el lugar del Sr. Sánchez. La mayoría de los españoles, creo, comparten esta idea, incluidos casi todos los que están en esas urgencias desbordadas y desabastecidas. Y si hay alguien que sí prefiriese ocupar el puesto de nuestro presidente, esa sería con toda certeza la persona menos indicada para hacerlo.


Nadie puede reclamarle que la crisis le haya pillado desprevenido. Ha sido a todo el mundo. Nadie puede exigirle el acierto absoluto en todas sus decisiones porque no existen parámetros ni protocolos ante una situación sin precedentes. Nuestro presidente, cuando juró el cargo, no sabía que la Historia le iba a reclamar con tanto apremio y contundencia. Solo tiene una salida: ganar. Cuanto antes se libere de los falsos apoyos, de las críticas interesadamente políticas, más cerca estará de lograrlo. Porque si pierde, perderemos todos.


Sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no hay otras).

domingo, 29 de marzo de 2020

Día 120º de la pandemia del Covid-19

Día 120º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. Hoy es domingo. Lo sé, no porque me pueda tomar un día de descanso, sino porque hoy, cuando me he asomado a la calle no había caminantes. Durante la semana los veo circular enmascarados con un carrito de la compra vacía en una dirección y lleno al regresar. Su paso, me da la impresión, cada día es más lento y pesado. Al principio los veía, la mayoría, acelerados. Ayer se les notaba más resignados.


Nuestro presidente volvió a hablar a su pueblo. Los no esenciales deben quedarse en casa. Al menos habrá mayor rigor para obligar a la gente a confinarse. Curiosa expresión esa de no esencial. ¿Hacía falta una pandemia para que nos dijesen que nuestro trabajo es inútil? En otras palabras: todo lo que no esté relacionado con comer, defecar y dormir -entiéndase alimentación, sanidad y confinamiento- es no esencial. En efecto, cada vez estamos más cerca de que nos traten como auténticos caminantes.


Todo esto en un día que amanece con 836 fallecidos en España. Dolorosa cifra que, al contrario, debemos celebrar porque se sigue frenando el avance. Algo se está haciendo bien... muchos lo están haciendo bien. Por eso, a las 20.00 sin faltar nunca a esa cita, a aplaudir. Una actividad no esencial, pero que alimenta el espíritu.


Sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no hay otras).

sábado, 28 de marzo de 2020

Día 119º de la pandemia del Covid-19

Día 119º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. Una vez más los números sirven para marearnos. Se reduce el incremento de contagios pero aumenta el de fallecidos. Quizá sean números que nos permitan recordar ese oxímoron al que recurría nuestro antiguo presidente, el Sr. Rodríguez Zapatero -el visionario de los brotes verdes-, el de un avance regresivo.


El número de curados ha aumentado sensiblemente. Es la mejor noticia. Sin echar las campanas al vuelo, porque era una cuestión estadística, esta mejoría significa un paso hacia la normalización de la enfermedad. Otro peldaño de esperanza es que entre los recuperados también se registra personas de avanzada edad. Una prueba más del grandísimo trabajo que está haciendo nuestro personal sanitario, y más mérito bajo esas condiciones que todos conocemos.


Y ayer volvimos a comprobar que hay dos Europas: Norte y Sur. Con mentalidades radicalmente diferentes. Unos solo quieren la unidad cuando todo va bien, cuando juntos se pueden enriquecer cada vez más. En cambio no quieren problemas y menos si proceden de otros, aunque sean sus socios. Los sureños, los latinos, son anárquicos y despilfarradores con la bonanza. Sin embargo, ante las adversidades despiertan sus sentimientos unitarios y tratan de hacer un frente común. Gracias Portugal por poner en evidencia a Holanda -uno de los países que contó con más colaboracionistas con el régimen nazi durante la II Guerra Mundial-.


Y nosotros, desde casa por nuestra parte, sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no hay otras).



viernes, 27 de marzo de 2020

Día 118º de la pademia del Covid-19

Día 118º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. Posiblemente igual que esos 450.000 contagiados que circulan sin ser detectados por el territorio nacional ya que seguimos sin tener test que puedan desvelar un número más fidedigno. Hoy digo 450.000; mañana tendrán que ser muchos mas.


Lo que ha sucedido con la compra de los primeros test es un episodio más que hay que añadir a los que habrá que revisar una vez ganemos esta guerra. Ante un enemigo tan atípico, la respuesta pasa por varias fases: sorpresa, observación y actuación. La primera nos dio en todas las narices de golpe, algo comprensible porque previsión es uno de nuestros defectos congénitos. En la segunda, viendo lo que pasaba en la lejana China y en la vecina Italia, hubo demasiada pasividad y se echó en falta las primeras medidas. Y la tercera, en la que estamos, el rasgo predominante es la torpeza, como la gestión para adquirir los test rápidos que han resultado inútiles.


Cuando es necesaria la unidad, qué mala es la partición. Ayer el presidente de la C.A. de Galicia, el Sr. Feijoo envió a Madrid, como lo harán Extremadura y Andalucía, unos respiradores. Y saltó la correspondiente oposición en contra de ese gesto solidario. No hay tanta diferencia entre esa oposición y esas personas que apedrearon un autobús que reubicaba gente mayor que huía de una residencia-ratonera. Se aplaude a Cuba y a China por el envío de personal a Europa, se aplaude a Alemania que está recibiendo pacientes franceses... y aquí ya vemos cómo reacciona la oposición. No debe sorprendernos, después de la que se montó con la crisis del Ébola, con un paciente repatriado y un contagio por imprudencia laboral.


Sigamos confiado en nuestras autoridades (porque no hay otras).

jueves, 26 de marzo de 2020

Dái 117º de la pandemia del Covid-19

Día 117º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. No quiero mirar las cifras porque solo hacen que cumplir con el guion previsto en esa dramática aceleración hacia el "pico" que todavía no se vislumbra.


Desde mi confinamiento me duele leer noticias como que cada gobierno autonómico está haciendo sus gestiones para la adquisición de material por diferentes vías. Esto, aplicado a mi círculo más estrecho es que yo me aprovisione de todo lo que necesito y que el vecino se pudra. ¿Qué pasa? Y si lo proyectamos a escala europea, también. Cada estado ignora al de al lado y caemos en una espiral del "sálvese quien pueda" que no da vértigo, sino terror.


Otro mal titular en la prensa: La sanidad privada recorta plantilla y cierra centros en plena pandemia. Como si en esta guerra hubiese sanidad buena y sanidad mala. Alguien, de naturaleza política, rentabilizará esa dualidad ante el público. Lo cual no deja de ser una esquizofrenia mental, porque en nuestro país, sanidad solo hay una, la que dicta el Gobierno, que tiene a su alcance medidas legales como para intervenir todos los recursos sanitarios, y cuando digo todos, son todos, públicos y privados por igual. En otras palabras, la mal llamada sanidad privada, la mala, también depende del Gobierno, y en su obligación está ponerla a disposición de nuestras necesidades.


Finalmente, me gustaría cerrar con alguna noticia esperanzadora que nos ayude a sobrellevar este confinamiento. Anuncia nuestro ministro de Sanidad, D. Salvador Illa: Hemos comprado y pagado 550 millones de mascarillas, que empezarán a llegar ya y seguirán llegando durante las próximas ocho semanas. Llegarán 11 millones de guantes durante las próximas cinco semanas. En cuanto a test rápidos, hemos adquirido 5,5 millones para los meses de marzo y abril. Además, recibiremos 950 equipos de respiración asistida durante los meses de abril a junio. Me quedo con esos 950 equipos de respiración que salvarán la vida a los que aguanten asintomáticos hasta junio. Fuerza y resistid.


Por lo demás, sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no hay otras).

miércoles, 25 de marzo de 2020

Día 116º de la pandemia del Covid-19

Día 116º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. Según todos los medios, oficiales o no, entramos en "la semana crítica". Rectifiquemos el término "semana" porque dudo mucho que se ajuste a solo siete días. Lo que sí es seguro que vamos a tener unos días muy críticos en todos los sentidos.


Se empieza a notar movimiento en las declaraciones del Gobierno cuando reconoce errores. Los hubo al principio -¿el principio quiere decir hasta el 9 de marzo?-, y los hubo al decir que el personal sanitario tenía recursos suficientes. No ha podido contener la avalancha de pruebas que han circulado por Internet desmintiéndole.


Tampoco coinciden las cifras de afectados por autonomías con el total nacional... porque hay diferentes criterios para contabilizar infectados, altas y fallecimientos. Es la mejor manera de marear al pueblo llano. Solo podemos quedarnos con el mensaje de nuestro presidente "ganar tiempo, que todavía falta lo peor".


Pedimos sensatez, la que parece faltar a los responsables de Educación. Es descabellado tratar de "normalizar" la escolarización a través de Internet porque lo que estamos viviendo nos está sobrepasando. Lo más grave es que ni siquiera han hecho un estudio de cómo funcionan las docencias "on line", que habitualmente están programadas para cursos muy específicos no presenciales. Ni tampoco se ha valorado los medios de que disponen los alumnos de Primaria, ESO, Baschillerato, FP..., especialmente cuando el ordenador, que no todos tienen en casa, es la herramienta de teletrabajo de los responsables de la unidad familiar, además de ser la mejor ventana al exterior en estos tiempos de encierro. Sensatez significa poner los pies en el suelo, y cuando esta falta, la teoría puede ser extraordinariamente atractiva, con un "pero" enorme, y también puede ser inviable.


Sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no tenemos otras).

martes, 24 de marzo de 2020

Día 115º de la epidemia del Covid-19.

Día 115º de la epidemia del Covid-19. Continúo asintomático. Las noticias sobre mis allegados contagiados son buenas: en todos se  ha experimentado una mejoría en estos últimos días. También, desde la comunicación oficial diaria nos han querido transmitir unas palabras de esperanza porque el logaritmo de contagios se había suavizado. Hubiese sido una palmadita en la espalda si no llega a ser por el tortazo que recibimos al abrir las páginas del diario oficial del Gobierno, El País, que nos hace tocar suelo de nuevo La epidemia se extiende por España de forma más rápida y amplia que en Italia.


No se puede cometer el mismo pecado dos veces. Fuimos soberbios al menospreciar durante todo el mes de enero la situación de China. Y lo hemos sido/estamos siendo, al pensar que los italianos son tontos, torpes, inconscientes... y por eso les ha ido/está yendo tan mal. Pues no, ni son tan tontos, ni tan torpes, ni tan inconscientes. Y hoy por hoy, nuestras cifras linealmente siguen siendo peores que las de ellos, que, nos guste o no, son el espejo más cercano donde vernos reflejados. Y no me consuela que en los Estados Unidos hayan sido todavía más soberbios que nosotros y ahora empiecen a pagar las consecuencias.


Y volviendo a los números, habrá que prepararse y no asustarse para cuando se empiecen a actualizar los resultados de los 640.000 test rápidos que adquirió Sanidad. Recuerden que miles de personas con síntomas leves fueron confinadas en sus domicilios sin más protocolo. Un buen porcentaje confirmará su positivo y hará subir el número de casos significativamente. La parte buena será que al ser leves, la mayoría se recuperará y el número de casos que hayan superado la patología también subirá como la espuma.


Todo esto se resume a una sola frase: confiemos en nuestras autoridades (porque no hay otras).



lunes, 23 de marzo de 2020

Día 114º de la pandemia del Covid-19

Día 114º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. Ayer nuestro presidente confirmó lo que todos sabíamos: el estado de alarma se prolongará quince días más. Por protocolos legales habrá que esperar al martes para que sea firme. Y espero que dentro de otros quince vuelva a prolongarse de nuevo quince días más. No es broma. Mientras sea "estado de alarma" será la única buena señal que percibamos durante el próximo mes.


La cifras de ayer fueron peores de lo que nos hubiesen gustado. Y subirán mucho más cuando se empiecen a aplicar los test rápidos de los que han anunciado su llegada. Hoy por hoy el 12% de los infectados corresponden a nuestro personal sanitario. También es un mal número para ser una guerra.


En una guerra convencional el porcentaje mayor de bajas se lo llevan los soldados y, en las más modernas, también los civiles. Nunca los generales. Pero en esta nuestra guerra, tengámoslo muy claro, nuestros sanitarios son a la vez soldados y generales. Estamos sufriendo demasiadas bajas y ya suenan trompetas de llamada para personal recién acabados los estudios o en el último curso. Literalmente la infantería que, como en la antigüedad, designaba a las tropas compuestas por infantes, es decir, jóvenes inexpertos. Tendremos infantes con responsabilidad de generales. Así que cuando entren en acción, nuestros aplausos de las 20.00 sean todavía más fuertes que los necesitarán ellos y nosotros.


Por lo demás, sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no hay otras).



domingo, 22 de marzo de 2020

Día 113º de la pandemia del Covid-19

Día 113º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. Anoche nuestro presidente asaltó las televisiones para transmitir un mensaje muy parco en contenidos y muy extenso en minutos, demasiados. En su pobre y repetitiva intervención, nos pidió "tiempo", a todos nosotros y también al Cielo... porque él no lo puede conseguir aprobando Decretos para ganarlo. Igual que sucedió la otra noche con Philip Saw, también fue recibido con un concierto multitudinario de cacerolas en los balcones. Servirá para que algunos se entretengan en medir y comparar los decibelios que se alcanzó en cada caso. Incluso, como se hacía antes de esta crisis, para falsear los números en el recuento de personas que acudían a las manifestaciones. Es triste: no es el momento para echarse pulsos. Las cacerolas son para la cocina y nadie me tiene que decir cuándo las tengo que sacar al balcón. Que no nos manipulen con estas estupideces.


Hoy es domingo, hoy es festivo. ¿Festivo? No, no hay fiesta. El Covid-19 ha cambiado nuestra forma de pasar los domingos. Nos está cambiando nuestros hábitos, nuestra vida. Algunos apuntan aspectos positivos -entre ellos, nuestro presidente que lo enumeró anoche como uno de los logros (?) del Gobierno- como la disminución de los índices de contaminación. Es como recurrir a ese resignado refrán de "no hay mal que por bien no venga". Mirándolo desde el otro lado, el del estado del bienestar que hemos aparcado a la fuerza, no es nada convincente tener que aceptar estas condiciones para aliviar la carga negativa del mundo industrializado.


Por lo demás, sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no hay otras).

sábado, 21 de marzo de 2020

Día 112º de la pandemia del Covid-19

Día 112º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. Sabemos que alcanzaremos "el pico", lo malo es que no sabemos cuánto va a tardar. Los números no nos favorecen. hasta ahora lo hemos hecho peor que Italia, al menos eso nos demuestran las cifras proporcionales: Italia tardó 20 días en superar la barrera de los 20.000 afectados; a nosotros nos han bastado 18 días. Dos días de diferencia se traducen en muchos muertos. También sabemos que uno de los objetivos previstos, evitar el colapso de los hospitales, no se va a alcanzar. Ya nos están mentalizando para aceptar que no todos van a poder ser atendidos y que habrá que diferenciar entre los pacientes con posibilidades de los que sean casos perdidos.


Ayer Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias del Ministerio de Sanidad, casi nada, al preguntarle un periodista por qué Alemania tiene unos números muchos mejores que España, en especial por el número de fallecidos. Respondió con un "no sé", "se puede deber a diversos factores"... Fue para helar la sangre de más de uno, paralizar los músculos, o desplomarse sin más. Ese "no sé" resuena como un eco por todas las paredes de mi casa...


Cada vez está más claro que el resultado final de esta situación, sea el que sea, ya no está en manos de nuestros políticos sino en las nuestras mismas. La líder de un partido de la oposición que apoya incondicionalmente al gobierno en esta lucha dijo: "Bajo estas circunstancias, podremos ver lo mejor de cada uno, así como le peor". Y con toda razón, lo mejor está en la gente, en la mayoría de la gente, que está aguantando el colapso de las calles, ya que el de los hospitales será inevitable. Y lo peor... precisamente en esos políticos que no renuncian a su protagonismo.


Sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no hay otras).

viernes, 20 de marzo de 2020

Día 111º de la pandemia del Covid-19

Día 111º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. Seguimos decididos en el proceso para alcanzar el pico y vivir "lo peor". Podríamos comparar nuestra situación con esa barquichuela a la deriva que arrastrada por la corriente del río se acerca irremediablemente hacia el precipicio de unas gigantescas cataratas.


Hace muchos años estuve trabajando en una publicación deportiva. Los días previos a la edición del número eran muy estresantes. Siempre decía, si teníamos que salir el miércoles, que tenía ganas de que fuese jueves. Cuando estudiaba, si tenía que entregar un trabajo en marzo, deseaba que ya estuviésemos en abril... porque eso significaría que había logrado el objetivo y, además, que lo había superado con éxito.


Hoy también deseo que superemos ese pico y empecemos a ver "lo peor" como algo que pasó. Y es más, si llegara la ocasión, dentro de veinte años me encantaría sentarme delante de la tele, poner la 2 y ver un documental histórico sobre el Covid-19 de 2020. Saldrían esas imágenes que hoy no nos ofrecen, los documentos desclasificados con que se tomaron la decisiones, los testimonios de quienes sobrevivieron... sí, dentro de veinte años algunos de hoy podrán saber la verdad.


Hoy el mejor consejo es que sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no tenemos otras).

jueves, 19 de marzo de 2020

Día 110º de la pandemia del Covid-19

Día 110º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. No quiero seguir el principio opacionista que controla la información oficial y por eso, por no ocultar mi entorno más inmediato, veo con preocupación cómo se extiende la pandemia. Ayer dio positivo un hermano, que a su vez recibió la noticia del fallecimiento de un cuñado suyo. Mis pequeñas cifras, reales, suben ya a cinco positivos y dos muertos. Continúo apretando los dientes y cerrando los puños.


Ayer insistía en ese frente común cuyo éxito se apoya en una unidad inquebrantable. Anoche atentaron contra ella, posiblemente para comprobar con qué intensidad siguen controlando las manifestaciones populares.  Ese ego político que alimenta toda mi desconfianza. Durante la actuación televisiva de Philip Saw desde muchos balcones se puso banda sonora a sus palabras con una cacerolada. Tan orquestada como la misma intervención institucional. Mal. No son momentos para echar pulsos, ni hacer política y mucho menos enardecer al personal. Especialmente cuando nos anuncian que lo peor está por venir. Por eso mismo sigo acudiendo puntualmente a las 8.00 a las ovaciones de apoyo espontáneo a todos los que luchan en esta guerra, que falta les hace.


Por lo demás, sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no tenemos otras).







miércoles, 18 de marzo de 2020

Día 109º de la pandemia del Covid-19

Día 109º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático.


Las cifras siguen su curso hacia ese pico que esperemos no se retrase tanto. Según unos matemáticos valencianos lo han calculado para mediados de abril.


Dar a conocer el futuro siempre había sido un buen negocio para adivinos y videntes. Quien acude a ellos cree así despejar la incertidumbre del mañana. Se adelantan a los acontecimientos y toman ventaja ante lo que pueda venir. Yo prefiero confiar en la Ciencia, aunque reconozco que es incapaz de controlar todas la variables posibles para competir con solvencia ante los futurólogos. Basta con pensar que todos los principios científicos del siglo XVI ya han sido superados mientras que la consulta de los versos proféticos de Nostradamus sigue muy vigente.


Ironías aparte, esta reflexión sobre el tiempo surgió de una conversación que tuve ayer con una amigo de Madrid. Fue como hablar con el futuro: ellos nos llevan una semana de ventaja en el tiempo. Lo mismo que se decía en Madrid hace siete días se dice en Valencia hoy. Igual que vimos en Italia cómo se encerraban, para hacerlo nosotros una semana más tarde, ahora la mayoría de países europeos han mandado a su población quedarse en casa.


Tenemos lo que siempre se ha deseado: podemos ver el futuro. Lo malo es que no tenemos presente porque nuestro pasado inmediato no existe. Cuando nos informan del estado de la epidemia difunden cifras de hace tres o cuatro días. Lo que pasa, lo que hacemos hoy no lo podremos ver ¡esa es nuestra mayor incertidumbre! hasta que no pasen otros tres o cuatro días.


Por eso, en este ciego presente, y con más insistencia todos debemos seguir unidos.


Y sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no tenemos otras).









martes, 17 de marzo de 2020

Día 108º de la pandemia del Covid-19

Día 108º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. Hoy la ciudad volvió a amanecer triste. Gris por el cielo cubierto y por el confinamiento forzoso en casa. La pandemia sigue golpeando. Ayer me enteré del contagio de tres muy buenos amigos en Madrid. No responden a ningún grupo de riesgo, circunstancia que no despeja totalmente la incertidumbre. Por desgracia, este tipo de noticias nos van a ir acosando cada vez con más insistencia. Las cifras siguen aumentando.


Semioficialmente ya nos van preparando para prolongar el encierro más allá de los quince días iniciales. En el fondo todos sabíamos que "lo de los quince días" era una mentira piadosa. La gente empieza a combatir la claustrofobia de muchas maneras. Personalmente no me gustan aquellas espontáneas como salir al balcón y ambientar con canciones tipo "Sobreviviré" o "Resistiré"... que se están convirtiendo en himnos nacionales (más bien vecinales). Me queda el consuelo de que al menos transmiten un mensaje positivo, reconforta el ánimo en las horas bajas y ayuda a mantener una identificación colectiva, en especial para aquellos que son más gregarios, más amigos de la multitud.


Claro está que hay gente que no ha aguantado ni dos días estar encerrada. Ayer multaron a una persona por pasear su perrito... de peluche. Un ejemplo de torpe picaresca. Otra persona acabó siendo detenida por estar leyendo tranquilamente en un parque (es muy posible que muchos lectores de este blog la conozcan). No podemos dejar de censurar un comportamiento insolidario que debe ser sancionada. Sin embargo, una interpretación más libre y alegórica del hecho da para escribir mucho. Ahí lo dejo.


Y sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no tenemos otras).

lunes, 16 de marzo de 2020

Día 107º de la pandemia del Covid-19

Día 107º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. Ayer estrenamos el encierro domiciliario con relativos pocos y pequeños incidentes. Incluso se volvió a aplaudir a la gente que está dándolo todo por mantenernos vivos. Técnicamente fue un día que se desarrolló con normalidad, como si retener enclaustrada a toda la población fuese normal.


Atrincherados en su casa, es de suponer que cada uno ya fue acumulando aquello que consideró imprescindible para sobrevivir la cuarentena. En cierta forma me recuerda a esos documentales de la 2, los que se ven en la siesta informal después de comer, en que nos explican cómo el castor prepara su nido con sus cachorros para hacer frente al gélido invierno. Y sí, nosotros vamos a pasar no una cuarentena, sino una hibernación forzosa... sobre todo los que tengan cachorros en casa.


Hablando de televisión, durante mis tediosos zapineos no he encontrado películas temáticas. Me explico: siempre que hay alguna catástrofe las cadenas se turnan para reponer El coloso en llamas, Terremoto, Tsunami... pese a que películas de pandemias apocalípticas hay todo un género específico. Y lo curioso es hemos vivido el mismo guion: situaciones de difícil explicación en un país lejano... garantías del gobierno que aquí no va a llegar... esto está controlado... pérdida de la señal y desconexión general... pero en las películas siempre hay alguien, en general con un físico atractivo, que transmite un rayo de esperanza, lucha contra todas las adversidades y salva al mundo. Ayer, como disponía de más tiempo me dediqué a repasar el perfil de mis vecinos... y no encontré a nadie que diese esa imagen, empezando por mí mismo.


Volviendo a la realidad (donde el esperpento valleinclanesco se materializa con presidentes de regiones autonómicas que se ofenden porque va haber un mando único para toda España), hoy será propiamente el primer día en que veremos cómo funciona este confinamiento domiciliario. Ya nos prepararon para aceptar el empeoramiento de las cifras...


Sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no tenemos otras)

domingo, 15 de marzo de 2020

Día 106º de la pandemia del Covid-19

Día 106º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. Según El País, el diario oficial del Gobierno, el número de infectados asciende a 6271, con un total de 189 muertos desde que nos alcanzó el virus. Veo que no hay una lógica correspondencia con los datos que en esta misma fuente encontré ayer. En sus manos estamos.


Al final declaraciones como "una gripe de nada", "no afectará a mucha gente", o "la expansión del virus está controlada"... se ha convertido en "estado de alarma" que el Gobierno empezará a aplicar a partir de mañana a las 8.00. Como decía ayer, ahora no toca rivalizar ni mirarse con recelo: toca apretar los dientes, cerrar los puños y arrimar el hombro. Toca hacer oídos sordos a los xenófobos, localistas, regionalistas, separatistas y demás ideologías insolidarias, así como llamar la atención a cualquier vecino insolidario que esté acaparando alimentos y recursos necesarios para todos.


Ayer se denunciaba que mucha gente se había tomado este paro nacional en algo así como unas "vacaciones pagadas por el estado". Especialmente los madrileños que se habían venido a Levante o los vascos que se han desplazado a Cantabria... todos dispuestos a disfrutar de unos días de sol y playa. Todos unos inconscientes que se han quedado con la primera fase del mensaje oficial: "esto es como una gripe y no hay que preocuparse de nada". Quien difunde una información, que asuma las consecuencias de la misma. Y es que han pasado solo seis días del "no hay problema, está todo controlado" al de "se nos está yendo de las manos"... por no reconocer que prácticamente se les ha ido.


Ahora la solución está en la gente. Así, en general y sin especificar. Anoche a las 10.00 fue impresionante cómo desde mi balcón pude escuchar esos aplausos, una ovación espontánea de toda una barriada en agradecimiento y apoyo para todo el personal que en silencio, porque no les están dejando hablar por los medios oficiales, lleva combatiendo la pandemia desde hace más de un mes en España. Personal sanitario al que hay que añadir a todos los trabajadores del sector de la alimentación, a la policía, a bomberos y demás servicios imprescindibles para que una sociedad como la nuestra pueda mantener sus constantes vitales. Habrá que asomarse al balcón y a las ventanas todas las noches para que se sientan reconocidos y respaldados, porque ahora ellos son lo más valioso que tenemos.


Por lo demás, sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no tenemos otras)







sábado, 14 de marzo de 2020

Día 105º de la pandemia del Covid-19

Día 105º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. Según El País, en España ayer hubo 132 fallecidos por esta causa. La cifra, para mí, ha dejado de ser un dato frío. Uno de esos 132 casos fatales tiene nombre y apellidos porque es un familiar muy próximo. Si hace cuatro días sabía de un amigo de un amigo, ahora la epidemia golpea directamente a mi familia y lo hace con la contundencia menos deseada.


Nuestras autoridades nos piden que evitemos las aglomeraciones. Han cerrado todos los locales de ocio y cultura -como si en las bibliotecas se aglomerase la gente-. Donde sí vi aglomeración fue en el supermercado. Tremendo e impresionante. Especialmente lo del papel higiénico... y rollos de cocina, servilletas, pañuelos, etc. El estante de carne también estaba vacío. El grito de ¡Que no cunda el pánico! se confunde en el aire con el de ¡Sálvese el que pueda! y empezamos a dudar a cuál hacer caso. Da la impresión de que algunos no se morirán de hambre, aunque sí del Covid-19. Menos mal que tendrán suficientes rollos de papel higiénico para amortajarlos como si fuesen momias del Antiguo Egipto.


Y para hoy se anuncia que nuestro gobierno central va a declarar el estado de alarma. Hay que secundarlo, por su puesto. Lo malo que esta crisis, que puede traumatizar a una generación con la misma herida que lo hizo una guerra, no es ni contra un invasor, ni contra una ideología extremista porque no tiene ni cuerpo ni cabeza... es un enemigo invisible que se refugia en nuestro más próximo vecino esperando para asaltarnos al menor descuido.


Sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no tenemos otras).

viernes, 13 de marzo de 2020

Día 104º de la pandemia del Covid-19

Día 104º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. Ayer pude hablar con algunos médicos. Me aconsejaron que no bajase la guardia y que me tomase la temperatura con frecuencia. Uno de ellos, con resignación, me confesó que en un plazo de unos tres años el 100% de la población habrá tenido contacto/padecido el Covid-19. Hay que hacerse a la idea: el Covid-19 se quedará en la sociedad de por vida, como lo ha hecho la gripe. Todo dependerá de la facilidad de mutación que tenga para que se desarrollen fármacos eficaces que lo detengan, como sucede con la gripe.


Por su parte nuestro presidente central hizo públicas medidas económicas para contrarrestar el efecto que este virus está provocando en este sentido. La valoración de estas medidas se las dejo a los economistas. Como ciudadano con límites de perspectiva me interesan más las de Sanidad y aquí nuestro presidente  puso énfasis haciendo un llamamiento a la "unidad, responsabilidad y disciplina social", como recurso para superar esta crisis.


Por orden: "Unidad". Imagino que apela a que todos los partidos deben remar en el mismo sentido, porque se trata de un problema de todos. Habrá que agradecer a la oposición que aparque sus deseos de recuperar el poder... y olvide cómo se comportó el partido ahora en el gobierno cuando armó el ruido que armó cuando la "crisis del Ébola", en la que hubo solo un infectado y fue por una personal negligencia absoluta del propio infectado, como se pudo comprobar.


"Responsabilidad"... la misma que tuvieron miembros del gobierno que sin escrúpulo alguno hace solo cinco días organizaron por todo el país manifestaciones en su beneficio político y que ahora empiezan a sufrir sus consecuencias: dos ministros del gabinete actual han confirmado positivo del Covid-19.


Y finalmente "disciplina social"... que cada uno piense lo que quiera. ¿Alguien se ha fijado cuánta basura hay en las cunetas de las carreteras? Hay poca gente que tire botellas, papeles, colillas desde el coche... pero para la poca que es, ensucian muchísimo. Pues lo mismo con el Covid-19.


Pero confiemos en nuestras autoridades (porque no tenemos otras).

jueves, 12 de marzo de 2020

Día 103º de la pandemia del Covid-19

Día 103º de la pandemia del Covid-19. Sigo asintomático. Ayer me preguntaron por qué me declaraba asintomático. Quizá Angela Merkel se haya adelantado a responder por mí: el 70% de los alemanes se infectará con este virus. España no se alejará mucho de esta estadística. Yo no sé si ya estoy infectado. Solo confirmo que no estoy manifestando síntomas que me hagan sospechar de un posible contagio e infección en curso, lo cual no descarta que lo padezca. En España la cifra de infectados es de 2.240, de los que han fallecido 55 y se han curado 138. No me gustan nada estas cifras. Eso quiere decir que hay 2.047 personas que están flotando entre UCI, hospitales y cuarentenas domiciliarias sin que la ciencia pueda explicarles exactamente qué hacer. Lo malo es que si comparamos nuestras cifras con el resto del mundo, España sigue empeorando su respuesta a la pandemia.


La OMS, en un alarde de compromiso con la humanidad, ayer declaró el brote Covid-19 pandemia global. Reconforta saber que su director general manifieste su preocupación por los niveles alarmantes de propagación del virus. La única pega está en qué quiere decir "preocuparse", porque eso ya lo está la gente. Sería mejor que expusiese una batería de actuaciones internacionales y exigiese su cumplimiento por parte de los gobiernos, pero... esta pandemia no es el cambio climático, aunque da la impresión de que aquí igualmente cada uno va a tirar por donde más le interese.


Mientras en Madrid el gobierno autonómico parece que se anticipe a las medidas que lentamente está tomando el gobierno central. En Valencia la gente sigue discutiendo sobre la suspensión de su fiesta más emblemática. Nuestro presidente autonómico, con su buen criterio, espera suspender las clases la semana que viene, coincidiendo con las vacaciones ya programadas. De esta manera da dos días más, hoy jueves y mañana viernes, para que el virus pueda seguir expandiéndose. Un genio. Aunque en su favor está pensar que qué más da que el virus se propague dentro de las escuelas si luego los niños van a verse en los parques donde los llevan sus padres y abuelos por no saber a dónde ir.


De todas formas, sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no tenemos otras).



miércoles, 11 de marzo de 2020

Día 102º de la pandemia del Covid-19

Dia 102º de la pandemia del Covid-19. Sigo asintomático. Anoche nuestros presidente dio su primera rueda de prensa desde que el virus llegó a España. Con muy buen criterio apeló a la conciencia ciudadana. No explicó por qué se estuvo reteniendo la información de infectados durante varios días y se alentó asistir a las manifestaciones a las mujeres simpatizantes de los partidos que gobiernan (porque a las de otros partidos las echaron de allí), para justo al día siguiente empezar a anunciarse de manera un tanto desordenada las medidas más restrictivas. Nuestro presidente tampoco anunció la suspensión de Las Fallas. Eso lo tuvo que hacer nuestro otro presidente, el local, justo 15 minutos después de la intervención del nacional. Interesante. Ayer una muy buena amiga pasó un muy mal trago ya que un pariente muy cercano suyo estuvo en urgencias aquejado de neumonía. Al final fue diagnosticado de una fuerte bronquitis, lo que no deja de ser delicado. En una población cercana a Valencia, de golpe, de la noche al día, 12 infectados más (pero no corren peligro, dicen). Por su edad no estuvieron en las manifestaciones gubernamentales del 8 de marzo aunque quizá sus nietas sí. Seguiremos con este diario y confiemos en nuestras autoridades (porque no tenemos otras).

Dia 101º de la pandemia del Covid-19

Hoy, día 101 de la pandemia covid-19, mi estado es asintomático. Recordemos que entre el primer caso detectado y yo (y también cualquiera que lea este mensaje) solo hay siete personas como máximo de por medio. Sin embargo, el caso más próximo que conozco es una persona amiga de un amigo. También he comprobado que un bar a 150 metros de mi domicilio regentado por chinos ha optado por hacer cuarentena voluntaria. Seguiremos informando. Sin dramatizar y que no cunda el pánico. Confiemos en nuestras autoridades (porque no hay otras).