Día 181º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático.
Después de asistir a los vergonzosos debates parlamentarios el avance irregular
por zonas se complica porque además en cada región se hace una interpretación
diferente. Ya que existen tantas aplicaciones para los móviles, no estaría de más
que hubiese una que a través de la ubicación nos fuese aclarando cómo se lleva
la fase que se nos ha asignado, y no solo por el lugar, sino también por la
hora del día, que también tiene su incidencia.
Con el cambio de fases no paran los medios ni tampoco las autoridades
de recordarnos que la amenaza de un repunte está a la vuelta de la esquina. En
esto llevan razón. Ya se han producido en otros países y sería demasiado simple
pensar que en España no vayan a aparecer. Es una realidad que tendremos que
asumir. Lo que ya no tengo tan claro es que todo lo vivido en esta nuestra
historia reciente se vaya a saber aprovechar.
Estamos casi como al principio. De nuevo el peso del éxito
en la lucha contra el virus recae en la respuesta mayoritaria de los ciudadanos.
La diferencia entre los primeros días de marzo y este final de mayo es que estos
ciudadanos ya han dado suficientes muestras de cansancio a lo que hay que
añadir la presión económica por las pérdidas de puestos de trabajo. Esperemos
que las recientes observaciones de la Dirección de Sanidad sean correctas, porque como se repita el porcentaje de aciertos de sus previsiones en los inicios de la
pandemia podremos decir que lo peor está aún por venir.
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