Día 185º de la pandemia del Covid-19. Continúo
asintomático. Que nadie lo dude, dentro
de la política no hay ningún tonto y si alguno lo parece es que se lo hace.
Otra cuestión es que los hay que se pasan de listos o cometen el error de
creerse más listos que los demás.
El señor Iglesias se habrá jugado otra noche en el sofá al salir en defensa de su señora ministra y no por tratar de tía a una periodista -al menos su marido los llama por su nombre de
pila- sino por pasarse de lista y pensar que ella era diferente. Pese a la
cobertura mediática que hubo sobre la manifestación del 8 de marzo la ministra de Igualdad
reconoció que el número de asistentes fue inferior a lo que en su partido
esperaban por el coronavirus... pero no
lo voy a decir, matizó. Se pasó de lista porque pensó que con esa
advertencia bastaría para que su comentario no iba a trascender.
No hay que sacar de contexto el contenido de esa frase que
es insignificante en sí. Sin embargo delata una prepotencia y un desprecio por
el resto de los conciudadanos a los que ve necesario ocultar la verdad. La
ministra no tiene títulos nobiliarios como el arrepentido príncipe belga
Joaquín el Positivo, no obstante, ya airea su rango... y si a alguien no le gusta cierre al salir, señoría.
Sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no hay
otras).
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