viernes, 29 de marzo de 2013

Barrabás




Uno de los personajes bíblicos más desenfocados dentro del supuesto contexto histórico es Barrabás. Presentado como un ladronzuelo de poca monta, acusado de homicidio, su presencia en el texto no soporta ni siquiera el análisis crítico más elemental.

Según el relato evangélico, Barrabás debió ser crucificado junto a Jesucristo, como lo fueron otros dos ladrones, Dimas y Gestas. Sin embargo, Poncio Pilatos, siguiendo una supuesta tradición judía de la época, le concedió el indulto a petición de la multitud, condenando a Jesucristo al mortal suplicio.

Han pasado dos mil años y sigue siendo inaceptable que el indulto y el perdón fuesen una tradición para el judaísmo, tan inflexible a la hora de castigar a los culpables. Pero es más llamativo el propio nombre de este personaje, único en toda la Biblia. Compuesto del prefijo bar- (hijo) y el lexema abbas (padre), su significado coincide con uno de los epítetos evangélicos con que se conoce a Jesucristo: el hijo del padre.

No cabe duda de que es un pasaje fruto de la imaginación literaria. Hay quien entiende que su inclusión justifica el antisemitismo pues recae en el pueblo judío la decisión de crucificar a Jesucristo. Otros le dan la vuelta e interpretan que Barrabás, el hijo del padre, esencia espiritual, se libra de la crucifixión, mientras que Jesucristo, cuerpo, cumple con su destino, olvidándose de que esta dualidad es en sí una herejía.

Por lo tanto, ciñéndonos al propio análisis textual, Barrabás es un alter ego de Jesucristo, juzgado y condenado a muerte por robo y homicidio. Esto abre otra incógnita: ¿a quién, señalan, robó y mató Jesucristo?

martes, 26 de marzo de 2013

Posesivos




Mío: la gramática clasifica esta palabra como posesivo y la incluye en el mismo grupo que tuyo, suyo… La gramática no entiende de realidades.

Para algunos solo existe lo mío, lo que pertenece a la persona que habla, y con lo mío no se juega. Para estos poseedores, lo tuyo también puede ser mío, y lo suyo ya no digamos… seguro que es mío. Todo es factible de convertirse en mío. Y además lo mío nunca deja de ser mío.

Si con los objetos el uso del posesivo marca un rasgo egocéntrico, con los seres humanos ya declara un egoísmo patológico. El posesivo define  a las personas que uno va conociendo a lo largo de su vida: mis amigos, mi novio, mi marido, mis hijos… incluso cuando ya no es mi sigue siendo mi: mi ex-novio, mi ex-marido, o el brutal mi ex-pareja, culpable de tanta violencia de género.

Aceptemos que todos podemos poseer objetos y bienes, aceptemos incluso que el respeto a esta posesión garantiza la estabilidad en la sociedad; sin embargo, no confundamos a los humanos con las cosas: cuando utilicemos mi o mío con los que nos rodean, hagámoslo gramaticalmente y recordemos que nadie es de nadie. Que mío ya no significa poseer, ahora significa compartir.

sábado, 23 de marzo de 2013

Videntes




Si una persona quiere atormentarse más de lo que sus circunstancias lo hacen, no tiene mejor solución que acudir a los astrológos, videntes y demás lectores del futuro.

Encontramos numerosos símiles para encuadrar el argumento de nuestras vidas. Una novela, por ejemplo, nos permite convivir con sus personajes e ir desvelando capítulo a capítulo las experiencias que al autor previamente ya ha escrito. De ahí que los finales de estas obras, junto a feliz o trágico, también se  pueden calificar como inesperado, sorprendente

Y si la vida es una auténtica novela… ¿por qué no hacer trampas? Como las del lector impulsivo que no puede contenerse y en un gesto furtivo, lee los últimos párrafos de la obra para saber cómo ha de acabar. Igualmente hay gente que busca a aquellos que dicen poder leer las páginas de la vida en las estrellas, la palma de la mano o los posos de té.

De todas formas solo se puede comprobar el acierto de estos visionarios cuando se cumple lo predicho. Para entonces, ya no vale la pena haberse preocupado tanto por haber tratado de impedir lo inevitable. Y mucho peor será que no se cumpla la predicción, ya que en tal caso, además de estafados por el falso iluminado, se tiene conciencia del alto grado de estupidez alcanzado por haber ido a su consulta.


miércoles, 20 de marzo de 2013

Circo




Su origen se pierde en la noche de los tiempos aunque el modelo que todavía sobrevive hasta nuestros días tiene un claro carácter medieval. En el circo se reúnen un conjunto estrafalario de excentricidades humanas como pirófagos, contorsionistas, acróbatas, payasos… para rentabilizar sus habilidades o sus gracias. Junto a ellos figuran los deplorables domadores.

La explotación de los animales alcanza las cotas más despreciables bajo la carpa de este espectáculo. Maltratados desde el primer momento que pasan a depender de su amo, la vida de estas víctimas es un infierno. Subsisten enjaulados en cajones de pequeñas dimensiones, hacinados y mal alimentados. Da igual que sean dóciles perros o terribles fieras. La táctica es la misma: latigazos, palizas… todo para conseguir doblegarlos por un pequeño premio que reciben por realizar la pirueta exigida. Y cuando ya no sirven son abandonados o incluso asesinados.

Afortunadamente desde hace unos años han surgido otros modelos de circo, donde el espectáculo busca una combinación estética de luces, sonido y formas. Ya no es el más difícil todavía, y, por fin, ya sin la explotación de los animales.


domingo, 17 de marzo de 2013

Notarios




No hay profesión más paradójica que la de notario. Convierten en verdad mediante documentos los actos procedentes de una sociedad que, con ello, pone en duda todas las relaciones establecidas entre los individuos que la componen.

Un notario vive de certificar hechos, de darles cuerpo legal y, por lo tanto, darles veracidad. Los notarios son por su propia presencia una lacra y una carga en cualquier acto legal. Exactamente cobran porque levantan un documento en el que se acredita la actuación de las partes encontradas. Intervienen en situaciones tan cotidianas como la compra-venta de un inmueble, las hipotecas, la presentación de un testamento… de todo ello sacan un beneficio económico.

La única excusa que les mantiene es que son los guardianes de la verdad. Acto que ellos bendicen, acto que es cierto. Y es la propia sociedad, con sus mentiras y falsificaciones, quien ha creado esta necesidad burocrática. El notario existe porque fuera de él se entiende que todo acto legal conlleva un alto riesgo de engaño y estafa.

Acuérdense aquellos que sueñan con un mundo sin ejércitos, sin dinero... acuérdense también de borrar a los notarios.


jueves, 14 de marzo de 2013

Madejas




En algunas ocasiones tratar de poner orden en los sentimientos llega a ser tan complicado como desenredar una madeja de varios hilos.

Las relaciones sentimentales pueden discurrir apaciblemente, ser un remanso de estabilidad emocional hasta que se cruzan accidentalmente otras personas y se desmontan. No son ni sustitutos ni alternativas… son confluencias vitales, todas con origen y motivos independientes que el destino caprichosamente hace coincidir en un determinado periodo de la vida.

Quien se encuentra en medio de este revoltijo de inquietudes, lejos de recibir ayuda, es señalado y condenado por los hábitos sociales más tradicionales, sumiéndose en una total incomprensión.

La madeja, porque en verdad se trata de un enredo sentimental, al final es insostenible y se resuelve por el punto menos esperado la mayoría de los casos. Aun así, siempre deja profundas marcas en el recuerdo de quien la ha vivido.


lunes, 11 de marzo de 2013

Lenguaje




El lenguaje encuentra una definición práctica y sencilla directamente relacionada con la comunicación. Por extensión, muchos sistemas de comunicación reciben arbitrariamente el predicado lenguaje cuando distan mucho de merecérselo. Se toma la parte más funcional y externa del concepto. Por eso se habla del lenguaje de las abejas, de las máquinas…

No, eso no es lenguaje. No por el hecho de que el lenguaje sea exclusivo del ser humano, sino porque el lenguaje sobrepasa con creces el principio de la comunicación. El lenguaje es el producto de la secuencia evolutiva del homo sapiens y en él se encierra un proceso ancestral de análisis de todo aquello que le envuelve.

Solo dentro del lenguaje hay cabida para las observaciones más trascendentes: el origen, la muerte, el bien, el tiempo, el orden… Y solo a través del lenguaje la humanidad ha podido distinguir la diferencia entre los sentimientos y el entendimiento.

Desde que puebla la superficie de la Tierra, jamás el ser humano construyó nada más importante. El lenguaje es el verdadero patrimonio de la humanidad.

viernes, 8 de marzo de 2013

Exámenes




Llámenlo como más les guste: ejercicio, control, prueba… incluso sesión reflexiva puntuable. Eso siempre se ha conocido como examen.

Posiblemente sea el acto académico más absurdo que se haya inventado jamás. El alumno tiene que responder una serie de cuestiones que bajo el punto de vista del profesor miden el nivel alcanzado. Y sin embargo, el examen es un requisito consensuado por todos los estamentos del mundo académico para poder objetivizar el grado de aprendizaje del alumno. Da igual que se realice en el ámbito universitario o se practique en la escuela infantil, el examen condiciona la nota y la nota, los títulos.

Todo un despropósito, es utilizado como herramienta objetiva para valorar si el proceso de transmisión de datos desde el profesor al alumno ha sido satisfactorio. Susceptible de ser adulterado por irregularidades (que el alumno copie, suplantación de personalidad…), una vez puntuado, es cuestionable y recurrible, permitiendo la intervención de personas ajenas a la relación profesor-alumno para que vean, comparen y si tienen una nota mejor, la modifiquen.

La verdadera nota surge del placer que siente el docente impartiendo sus conocimientos y la satisfacción que redunda en el alumno al sentirse que cada día es mejor persona. Y eso no es puntuable ni manipulable.

martes, 5 de marzo de 2013

Amar




Si dejamos de lado los arrebatos amorosos, los flechazos y los impulsos más instintivos, amar, lo que se dice amar de verdad, es bastante complicado. No todo el mundo sabe amar y, lo que es peor, no todo el mundo es capaz de valorar hasta qué punto es amado.

Y no me refiero a las técnicas de amar. Basta ojear cualquier catálogo de complementos amorosos para tomar conciencia de las limitadas ofertas que damos o recibimos en esa materia. No. Me refiero a esa relación en que una persona nos ocupa mucho más tiempo del día que el escueto período en el que nos dedicamos al ejercicio físico del amor.

Y si para amar se exige reciprocidad, también hay que exigir independencia. Y así solo cuando las personas confluyen libremente en su búsqueda mutua, sin condiciones, sin prejuicios ni promesas, entonces sí que podemos decir que se aman.

Y así los amantes no se ajustarán a modelos establecidos, ni a pautas de comportamiento ni ningún código impuesto por una sociedad materialista y desconfiada. Porque amar procede de la conjunción más íntima que puede surgir entre dos personas totalmente libres.


sábado, 2 de marzo de 2013

Aeropuertos




Cuando diseñaron los aeropuertos modernos los arquitectos concibieron un espacio lo más parecido al limbo: la zona de embarque.

Es un sector al que se accede tras pasar los impertinentes controles de seguridad y del que se logra salir ya en otro punto de la geografía mundial, una vez completado el proceso de teletransportación, aunque haya llevado, a veces muchas, horas. Allí concentran a los incomunicados viajeros con destinos dispares, entre tiendas duty free, impersonales cafeterías y librerías políglotas.

El tiempo de espera es largo y tedioso. Tensa calma antes de embarcar que cada uno resuelve como puede o sabe. Mi entretenimiento favorito es observar a los demás. Sus gestos, sus miradas, sus movimientos me sugieren mil formas de vivir. Cuando más concentrado estoy en interpretar esas historias una amable azafata anuncia que se va a proceder al embarque.

Entonces nos damos cuenta de que estamos en el limbo y que lo único que queremos es regresar al mundo de los vivos lo antes posible.