sábado, 30 de mayo de 2015

Originalidad


        El reto literario, extensible a todas las artes y disciplinas humanas, el salomónico nihil novum sub sole nos lleva a cuestionar la búsqueda obligada de la originalidad.

        Desde siempre se ha acordado considerar la originalidad como una aportación artística. Las vanguardias sublimaron ese desafío a los grandes clásicos, padres de las eternas inquietudes humanas y otorgaron preferencia a ese afán de ser los primeros en concebir, aportar, plantear y expresar estéticamente. Era el arte de la innovación. Sin embargo, más de un defensor de los grandes autores se ha sonrojado al comprobarse que antes de ellos hubo otro que ya lo había hecho y, por lo tanto, les arrebataba el título mundial de original.

Sería una interpretación errónea del arte. Las innovaciones son producto de las pruebas y los desafíos. A lo sumo podríamos calificarlas de ingeniosas. Son los genios los que con su sentido trascendente de la estética saben aprovechar esas propuestas y proyectarlas hasta darles la debida dimensión del arte. Porque el arte no está en la materia ni en la técnica que se introduzca; el arte nace en la profundidad del alma creadora y llega a conmover el espíritu del que lo recibe prescindiendo de la necesidad de la originalidad.


miércoles, 27 de mayo de 2015

Infiltrados


         Un buen amigo argentino tras unas elecciones comentaba que entre aquellos con los que había hablado nadie votó al partido ganador. Pensaba que los votos procedían de un ejército de votantes infiltrados que no desvelaban nunca sus preferencias. Y suele ser así. Pocos las reconocen abiertamente siendo la mayoría la que se esconde entre evasivas y negativas, como si rigiese un cierto sentido del pudor intelectual.

         La España que vio morir al General Franco presenció cómo más de un millón de convencidos patriotas desfilaron ante su cadáver para rendir un sentido homenaje de despedida. En menos de dieciocho meses, se diluyeron entre los cientos de partidos políticos democráticos y escondieron toda la simbología que les relacionase con su pasado. Increíblemente, en menos de año y medio, la dictadura que se había prolongado por casi cuatro décadas, solo retenía a un insuficiente puñado de fervientes incondicionales neofascistas.

         Hoy, con este juego de intercambio de chaquetas y de votos indecisos el terreno para los infiltrados es más cómodo. Atrincherados detrás de su anonimato en cuanto el partido gobernante cometa los primeros errores y dé síntomas de debilidad comprobaremos que en efecto nadie les votó.


domingo, 24 de mayo de 2015

Bromas


         La seriedad no está reñida con las bromas. Precisamente el sentido del humor va ligado al grado de inteligencia y encontrar el lado divertido de la vida demuestra también un conocimiento comedido de la realidad.

         Quien prepara una broma se arma en la premeditación tomando nota de los puntos débiles de la víctima y de alevosía para jugar siempre con ventaja controlando en todo momento la acción. Quien es objeto de la broma tan solo debe aportar ese toque de inocencia que le lleve al absurdo. Pero no siempre la broma respeta a su víctima. Denunciemos las bromas de mal gusto, esas que perjudican u ofenden, esas que llevan mofa o burla provocando la humillación pública. No son bromas y quien las gastan merece el rechazo de todos.
        
         El acierto de una broma habla de la calidad de las personas que intervienen. Porque detrás de ellas tiene que haber afecto y confianza para que diviertan sanamente. Por eso, cuando el que recibe una broma ríe más que el que la gasta, entonces diremos que eso sí ha sido una buena broma.


jueves, 21 de mayo de 2015

Hola


         Me dijo que te había visto. Me dijo que estabas bien, que ya había pasado mucho tiempo y que solo quedaban pequeñas marcas, confusas, oblicuas. Restos del pasado que eran cicatrices cerradas y ya no dolían. Me dijo que estabas bien, que ya no hacías aquellas cosas.

         Fue por mayo la última vez que nos vimos. De noche. No sabíamos que iba a ser esa la última noche que íbamos a hablar, que nos íbamos a besar. No sabíamos que esa noche nos íbamos a despedir. No sabíamos que entonces todo iba a ser definitivo. Simplemente no sabíamos mucho más de lo que el paso del tiempo dejó de enseñarnos.

         Desde entonces todos los días me he preguntado qué nos pasó aquella noche. De qué tanto hablamos que nos llenó de silencio. Cómo llegamos a ese punto sin volumen. Por qué mi último recuerdo eras tú de espaldas alejándote.

         Desde entonces he deseado lo mejor para ti, con inmóvil nostalgia. Por eso me dijo que te había dicho hola.


lunes, 18 de mayo de 2015

Precisión


         La tecnología con el rayo láser ha alcanzado un punto de precisión insospechado hace pocos años. Sus aplicaciones en campos como la medicina o la industria han dado paso a avances de los que ahora disfrutamos con admiración. Por ejemplo, antes solo en la imaginación de unos pocos, ahora la microdisección láser permite separar unidades del tamaño de una célula.

         La precisión del láser solo es comparable con la precisión y exactitud de las palabras. De un concepto amplio y ambiguo cada palabra va segmentando por significados esa extensión hasta llegar al término inequívoco que diferencia una idea de otra. Una disección con mayor mérito si cabe que la tecnológica porque cada palabra se mueve entre abstracciones y connotaciones potenciándolas más allá de su vehículo de transmisión, el texto.

         Al igual que se puede provocar daños con el mal uso de la tecnología láser, ambigüedades, sinsentidos, vulgarismos, coletillas y tópicos merman la calidad de la expresión dejando espacio para las interpretaciones. Tomemos conciencia de que siempre hay un término unívoco que designa con claridad la realidad que se pretende comunicar. Cuanto mayor sea nuestro caudal léxico aumentará nuestra precisión a la hora de manifestar nuestro pensamiento. Y debemos saber disfrutarla.


viernes, 15 de mayo de 2015

Piscinas


         A menos de una hora de Santiago de Chile, en el complejo turístico de San Alfonso del Mar se encuentra la piscina más grande del mundo. Con más de un kilómetro de larga y 250 millones de litros de agua salada se pueden practicar diversos deportes acuáticos como el windsurf o el buceo. Comparo esta monstruosidad con mi bañera donde no quepo totalmente estirado.

         Herederas de los antiguos baños públicos las actuales piscinas han olvidado su función original: la higiene y la salud. Hoy tenemos las consecuencias del cloro apreciables en esos ojos color rojo-vampiro además de afectar a las vías respiratorias. También están las aportaciones personales. ¡Esos pelos que se enredan entre los dedos! No sabemos ni de quién ni de dónde proceden. Eso si no se comparte la piscina con pequeños que se encargan de elevar la temperatura del agua con sus efluvios. A lo que podemos añadir el intercambio de hongos e infecciones que con toda naturalidad entablan los bañistas. Sin dejar de lado a los bobos que saltan, salpican, nadan de lado...

         Afortunadamente, lejos de ese mundo micro y macrobiológico está mi bañera. Cierro los ojos y siempre salgo nuevo.

         

martes, 12 de mayo de 2015

Sátrapas


        En la antigua Persia las provincias que componían su territorio recibían el nombre de satrapías. Su administrador era el sátrapa. Gozaba de amplios poderes aunque siempre debía rendir cuentas directamente al emperador.

Según la distancia que separase la satrapía de la capital, Persépolis, estos regentes podían tener una mayor tentación para eludir la presión centralizadora e imponer sus criterios evitando tener que justificar nada. Cierto es que el Imperio Persa, para conservar su unidad contaba también con un importante sistema de funcionarios que supervisaban la gestión de cada sátrapa. Con ello se impedía que pudiesen mandar a su antojo con modales propios de una tiranía.

En los estados actuales las satrapías se han renombrado como autonomías y municipios. Y, repitiéndose la historia, podemos comprobar que hay casos en que sus regidores y alcaldes quieren aprovecharse de esa distancia, ya no en kilómetros, sino económica, para forzar la situación y tratar de escaparse de sus responsabilidades legales. El inconveniente surge cuando el propio estado central desautoriza a quienes deberían ejercer el control sobre estos verdaderos sátrapas autonómicos. Así se hunde un país.


sábado, 9 de mayo de 2015

Rutina


El oxígeno, como elemento, se desenvuelve con perversión: sin él no podemos vivir; pero es el oxígeno el que nos va matando poco a poco. El oxígeno llega a nuestras células y las oxida, las hace envejecer. Oxidadas pierden elasticidad, capacidad de regeneración... cada vez que respiramos damos un paso firme hacia nuestro final. Todos lo sabemos y aún así nadie puede dejar de respirar para prolongar la vida.

 La Naturaleza originó la vida desde el oxígeno. Nosotros, los humanos, en ese reto atávico por reproducir y superar nuestro entorno también hemos sido capaces de generar otro elemento tan perverso como el oxígeno: la rutina.

Con la rutina fijamos nuestros referentes inmediatos, nuestros hábitos automatizados y sobre ellos nuestra estabilidad emocional. La rutina constituye una baza imprescindible para la organización y desarrollo de una persona. Sin embargo, en su rigor esta monotonía nos oprime como una losa y nos atenaza hasta asfixiarnos.

En un gesto de rebeldía buscamos bocanadas de aire fresco que nos liberen de ella. Siempre con precaución para no convertir la fiesta en otra rutina más vacía y menos reconfortante.

Posiblemente la clave esté en encontrar el lado alegre del día a día y saber respirar buen oxígeno.


miércoles, 6 de mayo de 2015

Afinidades


        Algunas personas creen que la solidez de una pareja se afianza sobre las afinidades que comparten en común. Piensan que coincidir en gustos, inquietudes y tendencias facilita mucho la convivencia, prolonga las buenas sensaciones e imprime estabilidad. Puede que algo de razón tengan, pero desde luego no es el factor más determinante.

        Uno, porque las almas gemelas no existen. Fueron inventadas por los astrólogos, según afirma el psicólogo argentino Walter Riso. La gente no se da cuenta de que esas coincidencias que cree encontrar en el otro no son más que sus propias proyecciones. Y dos, porque en realidad se trata de episodios simultáneos o paralelos que solo la teoría y la intención llevan a imaginarlos como ese firme lazo capaz de mantener la unidad incluso en los momentos más difíciles.

Pero solo superando con éxito las pruebas, aprendiendo de las experiencias y reforzándose a base de entendimiento y comprensión se mantiene tan deseada unión. Por eso, aquellos que en un principio se sentían tan próximamente afines si son incapaces de saber ponerse en el lugar del otro acabarán distanciándose en cuanto sus vidas evolucionen.


domingo, 3 de mayo de 2015

Eternidad


         Un curioso estudio de cierta universidad norteamericana concluía que si el ser humano no se viese afectado por enfermedades ni envejeciese tendría una vida media de unos dos mil años de duración, tiempo calculado en función a la probabilidad de accidentes mortales que un individuo pueda sufrir.

         Con total seguridad, si pudiese, a la mayoría de la gente le gustaría disfrutar de esos 1920 años más que se pierden por culpa de la naturaleza. La duda está en si valdrían la pena ser vividos. Basta con pensar que nuestros órganos no van a manifestar desgaste alguno, que no habrá ni epidemias ni males que nos hagan conocer el dolor... realmente es tentador.

         En ese supuesto, anclados en una edad indefinidamente intermedia, trabajo, ocio y relaciones humanas ocuparían toda nuestra actividad en una eterna noria de situaciones monótonas y repetidas hasta la desesperación. John Boorman trata la inmortalidad en su película Zardof donde una sociedad elitista está regida por una máquina que castiga a quien se suicida harto de su eternidad devolviéndole a la vida.

         Y es que la cuestión no es no morir, sino saber vivir en condiciones. Y para eso no hace falta ser eternos.