domingo, 29 de noviembre de 2015

Presente


El presente se escurre por nuestras vidas con vertiginosa rapidez. ¡Imparable, a quién no le gustaría detenerlo y eternizarlo a su antojo! Quizá por eso últimamente se escucha con insistencia eso de vive el presente con la intención de disfrutar su intensidad. Esta expresión solo confirma la falta de imaginación de quienes la divulgan. Todos vivimos en el presente. Igual los activos que los pasivos y ninguno más que otro.

El presente es simplemente el punto de intersección entre el pasado y el futuro. En el conviven ambos tiempos. Los recuerdos permiten revivir el pasado y los deseos e inquietudes anticiparnos el futuro. Los dos en un único cruce temporal que constantemente se está alejando de su principio y acercando a su fin.

Siendo el presente el más condicionado de todos los tiempos, aprendamos a disfrutarlo en su brevedad. Aprovechémoslo para rectificar lo que del pasado se pueda cambiar y preparemos un futuro lleno de experiencias que nos enriquezcan de conocimientos y de satisfacción.

Lo contrario es perder el presente, es perder el tiempo.


jueves, 26 de noviembre de 2015

Comedias


La comedia ha servido en clave de humor para montar una vía de escape ante las presiones de la realidad. Los buenos comediógrafos no han guardado respeto por valores intocables y con total irreverencia se han reído de instituciones sacras como la familia, la autoridad y la religión.

Sirvan estas líneas para rendir un merecido homenaje a autores como Aristófanes, Terencio, pasando por nuestros grandes clásicos Lope, Cervantes o Calderón, abriendo espacio a Shakespeare o a Molière, hasta llegar a los grandes del cine como los geniales Chaplin, Lubitsch o Wilder.

No importa en qué época vivieron. Todos ellos condenaron los prejuicios, la hipócrita moral, los convencionalismos y el totalitarismo a base de liberar espontánea y fresca la naturaleza humana.

Conviene, siguiendo su ejemplo, frivolizar ante acontecimientos, especialmente aquellos que por su relevancia pesan tanto que nos asfixian. Ver la vida con un toque de humor no soluciona ningún problema, pero llorando tampoco mejoramos la situación. Por eso más vale reír y enfrentarse con ánimos al lado más absurdo de la vida.


lunes, 23 de noviembre de 2015

Pretextos


         Los pobres utilizan pruebas para poder acusar. A los poderosos les bastan los pretextos. Su ventaja radica en que los pretextos los crean los propios interesados y no importa que sean justificados o infundados. Cada pretexto es una carta blanca para poder actuar dentro de una ficticia legalidad.

         Siempre que un estado inicia una guerra contra un país que se cruce en sus intereses recurre al pretexto fácil y directo: la amenaza. Así Hitler declaró la invasión de Polonia al igual que muchos años después Estados Unidos pudo pulverizar el estado iraquí a su antojo durante la II Guerra del Golfo.

         Visto así, cada vez que se empieza a construir un pretexto debemos encender nuestra alerta y prepararnos para cualquier sorpresa. En el plano internacional hasta hace poco las provocaciones de Kim Jong-un, máximo gobernante de Corea del Norte, invitaban a una intervención consensuada. Fracasada la Primavera árabe, sin embargo, gracias a Alá y a sus ignorantes radicales las potencias han encontrado un nuevo pretexto para reorganizar su presencia en todos los países musulmanes, empezando por Siria y siguiendo por Mali.


viernes, 20 de noviembre de 2015

Cleptocracia


         Al leer las noticias relacionadas con la corrupción, el cobro de comisiones ilegales, dobles contabilidades... uno no puede evitar mostrar un profundo desprecio por todos los implicados en tales vilezas. Esos políticos gozaron -y lo que es peor, algunos todavía gozan- de la confianza de millones de ciudadanos que les otorgaron su total apoyo para gobernar.

         Indignados asistimos a este bochornoso espectáculo que por su extensión y magnitud no da pistas sobre una supuesta solución próxima. El número de políticos que se han servido de su cargo para enriquecerse ensombrece las democracias occidentales hasta el punto que el oscurantismo se extiende a casi toda la clase política.
        
         Al final se tiene la impresión de que dentro de los requisitos que rigen el acceso al poder figura la habilidad de desviar dinero para el beneficio personal. La mayoría de los inculpados han venido mostrado durante años esa cualidad que les ha permito incluso ascender dentro de sus propios partidos y en la sociedad en general.

         Toda una casta de cleptócratas.



martes, 17 de noviembre de 2015

Leftovers


         La desaparición de una persona tras un atentado terrorista deja un hueco sin explicación posible entre quienes la conocían, entre quienes la querían. Hoy París cuenta con 129 habitantes menos arrancados de los suyos mientras disfrutaban de una noche de ocio. En su momento fueron el 11-S o nuestro 11-M las masacres que horrorizaron al mundo. Mucha gente desapareció sin tiempo de despedirse.

         Aparentemente conocemos a los culpables de estas matanzas, responsables de muchas otras en países que por su distancia geográfica y cultural no nos conmueven de igual manera. Salvo ese detalle, importante, estas pérdidas nos recuerdan a los leftovers, novela y serie de televisión que parte de la inexplicable desaparición del 2% de la población mundial. Y aunque ese 2% se corresponda con 140 millones de personas sigue siendo un porcentaje insignificante que invita a sobreponerse rápido y continuar con la vida dentro de la normalidad.

         Estos 129 parisinos tampoco tienen peso estadístico entre sus 10 millones de habitantes. Ni las 2823 víctimas de las Torres Gemelas, o las 193 de Madrid en sus respectivas ciudades. Son nuestros auténticos leftovers que solo tienen peso en la sensibilidad que los medios de comunicación saben despertar con la misma habilidad que saben hacer olvidar cuando más les conviene.

         En la estadística del dolor hoy toca mostrarnos consternados reclamando una autoridad que impida definitivamente que se repitan estos hechos. Mañana ya veremos.

         

sábado, 14 de noviembre de 2015

Olimpiadas


Hay que reconocer que ante un fenómeno tan bien presentado por los medios y acogido por el público calificarlo como el circo de las hipocresías puede parecer exagerado. No lo es teniendo en cuenta que detrás de esta fiesta universal del deporte subyacen unos intereses poco edificantes ya desde su origen.

Cuando Pierre de Coubertin, señorito de familia aristocrática como buen modernista, logró transmitir a sus contemporáneos el entusiasmo por revivir los Juegos Olímpicos, nunca ocultó su percepción clasista del deporte. Podrían participar los amateurs, es decir, los jóvenes de familias adineradas y burguesas que disponían de tiempo y medios para su entretenimiento y se rechazaba a los profesionales, deportistas de origen humilde, que competían bajo el estímulo económico de las apuestas.

Después, los Juegos Olímpicos, ya entregados de lleno a las políticas nacionalistas, sucumbieron al empuje del negocio y acabaron aceptando a los antaño despreciados profesionales del deporte. Con todo, no ha sido esta la traición más destacable: peor es la connivencia entre federaciones y laboratorios para alterar el rendimiento de los deportistas de élite, que se juegan su salud a costa de la efímera gloria del pódium.

Todo bajo la hipócrita tapadera de la confraternidad universal. Porque hasta con las medallas los países ricos siguen machacando a los pobres.


miércoles, 11 de noviembre de 2015

Violencias


         Cuando una mujer es asesinada por su (ex)pareja en cierta medida todas las mujeres deberían sentirse asesinadas. Todas las mujeres y también todos los hombres, porque la violencia se ejerce sobre la especie humana, no lo olvidemos. Y si callamos nos convertimos en cómplices.

         El tema es lo suficientemente serio como para ser tratado en profundidad y no dejarlo en manos de furibundas reivindicaciones guiadas por el rencor. Tildarlo de violencia de género o patriarcal conlleva a criminalizar a los hombres y desde ese epígrafe las leyes que tratan de regularlo siguen mostrándose ineficaces, máxime porque dividen en vez de unir, para erradicar esta lacra social.

         Se trata de violencia dentro del ámbito familiar porque si el número de mujeres asesinadas en 2013 fue de 48, también hubo 16 hombres muertos por sus (ex)parejas. No dejemos de lado los parricidios, 19 niños (¡5 por sus padres y 14 por sus madres!) ese mismo año, ni el creciente número de jóvenes violentos que acaban con la vida de sus padres.

         Cometemos un error si atendemos estas cifras de manera independiente pues en su origen comparten el mismo foco: una institución, la familia, que no acaba de adaptarse al ideal de una sociedad moderna donde deberían convivir mujeres y hombres libres por igual.


domingo, 8 de noviembre de 2015

Oxímoros


         Con frecuencia una misma realidad conjuga situaciones opuestas. Vivimos en el mundo de los contrastes y, por muy injustificados que se presenten sabemos que están ahí. Pobreza y riqueza,  miseria y lujo, hambre y opulencia. Esta intersección de contradicciones señaladas en nuestra sociedad también caricaturiza al ser humano, acertado en ideas la mayoría de las veces y traidor en sus actos por no saberlas respetar. Es paradójico desde su esencia y tiene el mérito de hacer convivir dentro de su natural antonimia oposiciones totalmente incompatibles.

         Oxímoros andantes, los humanos se retan haciendo justo lo contrario de lo que piden. Se ha generalizado en exceso vivir de espaldas a la coherencia. Por eso resulta fácil reunir en una manifestación a antiabortistas reclamando la pena de muerte, antitaurinos pidiendo la tortura para el torero o incluso furibundos pacifistas haciendo frente a la policía.

         Todo este sinsentido parte de la inestabilidad intelectual del individuo para proyectarse en grupos manipulados a golpe de frases y consignas que arraigan en sus sentimientos y ahogan su capacidad de razonamiento. Así acaban defendiéndose con argumentaciones viscerales en un órdago a la paradoja y al disparate, por no decir a engañarse a sí mismos.


jueves, 5 de noviembre de 2015

Expresiones


         Hablar correcta o incorrectamente. Poder decir o no decir algo de una manera. Valer o no valer un término concreto. Usar palabras reconocidas o rechazadas. Así recurren a la protección de la Real Academia de la Lengua muchos hablantes para legitimar sus expresiones, buscando si están supuestamente registradas en el diccionario.

         Bien por la Real Academia, si en efecto, esa expresión aparece recogida en tan vasta obra. Es su deber recopilar todo el léxico posible para que a la hora de ser consultado podamos conocer el significado de aquello que no sabemos. Mejor si además la Real Academia nos precisa observaciones tales como si se trata de localismos, vulgarismos, tecnicismos, etc.

         Aunque en su origen la magna institución de la Lengua Española nació para proyectar en la sociedad el prestigio lingüístico de sus propuestas, hoy esta misma entidad sabe que un idioma no tiene propietario físico absoluto. Todos somos mitad señores y mitad vasallos de la lengua y consecuentemente la empleamos de la manera que más oportunamente consideramos.

         Aprovechemos en consecuencia la riqueza que nos brinda ese diccionario y démosle mejor uso para superar las abundantes y empobrecedoras coletillas tan recurridas a falta de ideas.



lunes, 2 de noviembre de 2015

Deberes


Un reciente estudio de la OCDE señala el sistema español de educación es uno de los que más penaliza a sus alumnos con tareas para casa. Como consecuencia, los niños españoles empiezan a presentar síntomas de ansiedad y necesitar asistencia psicológica. Con todo, el sistema registra uno de los índices más altos de Europa de fracaso escolar.

Esta herramienta no está respondiendo de la manera deseada. Algo falla y gravemente. Las cifras invitan a la reflexión. Los deberes se introdujeron como complemento de apoyo a las horas de clase.

Una vez más se incrimina a los profesores haciéndolos responsables del fracaso de un sistema educativo modelado por demasiados intereses. No se denuncia el disparatado número de asignaturas que componen un currículo diseñado desde el Ministerio e intencionadamente se omite que son los padres los que sobrecargan el horario de sus hijos matriculándolos en todo tipo de actividades extraescolares. Además hay muchos alumnos que se justifican cumplimentando mecánicamente los deberes en lugar de atender en clase y estudiar.

Habrá que retomar cierta coherencia inicial: intensificar la atención en el aula y deberes los justos.