martes, 5 de mayo de 2020

Día 157º de la pandemia del Covid-19

Día 157º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. Parece que hemos llegado a la intersección de dos líneas imaginarias perpendiculares entre sí. Un punto que tome la dirección que tome asusta. Porque si miramos hacia fuera está la amenaza del repunte; pero si  tenemos en cuenta la presión acumulada por tantos días de confinamiento está el rebote, entendido como esa respuesta mayoritaria de gente que ha invadido las calles. Y no es un juego: ¿podrá el miedo a un repunte detener el inevitable rebote?


Quienes no tardarán mucho en rebotar son los profesores. Hasta que finalice el calendario escolar tendrán que rellenar tal cantidad de informes pormenorizados e individualizados sobre los alumnos que de imprimirse en papel -que es como más les gusta a los inspectores de Educación, al menos a los que yo llegué a conocer-, la deforestación de las selvas de Borneo y del Amazonas sería absoluta.


No acaba aquí la cosa. Nuestra ministra de Educación anuncia tan campante que el próximo curso las materias se impartirán combinando clases presenciales con seguimiento telemático y los alumnos asistirán al aula en días alternos. Me temo que esto significa que el alumnado irá bastante confuso -además de aumentar el abandono escolar- y que el profesorado doblará, sin horario determinado, su jornada laboral -sale más barato-, atendiendo a sus alumnos, bien durante sus horas lectivas in situ, bien desde su casa on-line. Señora Celáa, ¡qué bueno es saber qué es lo que se quiere decir antes de decirlo! En su descargo está que tiene en la manga el comodín del aprobado general -aunque ya lo ha usado una vez-.


Sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no hay otras).

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