viernes, 17 de abril de 2020

Día 139º de la pandemia del Covid-19

Día 139º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático. Una de las consecuencias de este confinamiento es que dedicamos más tiempo a la comunicación. En todos los sentidos. Quizá sea porque en el fondo necesitamos una explicación a todo lo que nos está pasando. Este todo abarca un espacio amplísimo porque se extiende desde fuera, de lo que atañe a la pandemia en sí, hasta lo más intimo de cada persona.


Es curioso, pero en estos días de encierro, reclusión y confinamiento, en estos días de movimientos restringidos y salidas justificadas, es nuestra mente la que empieza a liberarse y poder profundizar en sus sentimientos más íntimos. Salvando las distancias, es el mismo proceso que seguían los místicos al prescindir de las exigencias de su cuerpo para encontrarse con su alma.


No hubiese sido necesario pasar por este trance si desde siempre hubiésemos aprendido a escucharnos. Estamos aprendiendo a prescindir de las noches de copas, de la práctica de deportes extremos, de las visitas a los reparadores resorts, de los viajes a los confines del mundo... porque hoy, lo que nuestra alma nos puede pedir con más insistencia es abrazar a nuestros seres queridos.


Ya que nos han prohibido abrazarnos, al menos un intercambio de golpecitos con el codo.


Sigamos confiando en nuestras autoridades (porque no hay otras).







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