jueves, 31 de octubre de 2013

Deslices



Como deslices se califican aquellos descuidos o pequeños errores que no deberían traer consecuencias importantes, además de poder ser subsanados con relativa facilidad.

De todas formas advirtamos que desliz forma parte de ese grupo de palabras que carecen del sentido de la reciprocidad. Hay que ver con qué frecuencia cuando se señala un error a alguien se destaca como fallo o equivocación, tal cual; mientras que si el mismo tropiezo lo realiza uno mismo es más sencillo explicarlo como un simple desliz.

Por una convivencia equitativa, aceptemos, pues, que tener un desliz es comprensible y perdonable. Compartámoslos sin más exigencias. Pero no abusemos de ellos porque, intrascendentes en sí, los deslices tienen la capacidad de ser acumulables y, por lo tanto, poco a poco, detalle por detalle, terminan convirtiéndose en hábitos, malos hábitos. No presentemos los deslices como una justificación. Los demás acabarían cansándose de nosotros.

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