sábado, 28 de marzo de 2015

Aporofobia


         Si observamos el trato que reciben los jeques y su cohorte de mujeres, familiares y acompañantes durante sus viajes a Europa y lo comparamos con el resto de emigrantes que proceden del Norte de África o del Próximo Oriente llegamos a la conclusión de que más que racismo o xenofobia lo que hay es aporofobia o rechazo a los pobres.

         Estos ricachones, ya vestidos con su tradicional khandora ya trajeados a la moda occidental, son bienvenidos en hoteles y tiendas de lujo. Para todos los comercios es verlos llegar y rebosar hospitalidad. Salen a la calle a recibirlos, los acompañan en todo su recorrido, exigen las máximas atenciones por parte de sus empleados y servilmente agradecen la visita que, en efecto, tantos beneficios económicos reconforta.

         Pero nadie quiere que le visiten pobres emigrantes. A estos se les cierran las puertas, se levantan alambradas, vallas y hasta muros. Se les mira de reojo, y desde el primer momento se les prejuzga como delincuentes. Siempre como respuesta injusta a sus condiciones forzadas en un mundo de desigual y desproporcionado reparto.

         Tanto unos como otros tienen los mismos rasgos físicos, proceden del mismo lugar y siguen al mismo profeta. ¡Qué poderoso es el dinero!  


1 comentario:

JUAN IGNACIO MARCO dijo...

Poderoso caballero es don dinero!