jueves, 21 de noviembre de 2013

Caos


         Del griego tomamos palabras de significado categórico: abarcan el concepto en su grado absoluto. El caos, por ejemplo, es el desorden universal, que se opone, siempre bajo el pensamiento de la antigüedad clásica, al cosmos, el orden completo.

 Cosmos y caos, como acepciones, han tenido una trayectoria totalmente diferente, hasta perder su propia relación de antonimia. Hoy sobre el caos recae un significado maldito, anatemizado que dirigido a los ideales sociales intencionadamente se ha politizado. Con el caos social amenazan en caso de perder el poder quienes lo ejercen. Un caos apocalíptico que a falta de gobernantes gestaría una anarquía generalizada, dando nombre a su terrorífica profecía.

 Esa malintencionada identificación entre caos y anarquía no es casual. Porque el anarquismo rechaza el orden impuesto por las jerarquías y propone una sociedad asentada en la educación y la responsabilidad. Demasiado peligroso para quienes solo piensan en gobernar, teniendo en cuenta que su autoridad se dirige a un colectivo sumiso y obediente. Perderles el miedo y el respeto, eso sería su caos.

 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dicen algunos que dicen que saben, que esta obra es una alegoría del miedo al perder el poder. Disfrutad de ella http://www.museodelprado.es/coleccion/galeria-on-line/galeria-on-line/zoom/1/obra/saturno-devorando-a-un-hijo/oimg/0/