viernes, 30 de octubre de 2015

Cenizas



En el ritual de la muerte las cenizas llaman a las cenizas en un canto inevitable, cíclico, eterno. La pureza del fuego condensa en ingrávida materia gris todos los años de una vida, desde su origen hasta su último suspiro, y los volatiza hasta el alma.

Cuando desaparece alguien querido habrá quien crea que le arrancan una parte del corazón. Habrá quien deje de sufrir finalmente. Y entre todos siempre habrá quien se resista a entender el sentido de este último capítulo de la vida.

No importa que mi muerte carezca de razón. El día que me falte el aliento mezclad mis cenizas con el aire y dejad que el viento me lleve por el mundo, que deposite por todos los rincones mis últimos recuerdos para que puedan descansar esparcidos ya sin memoria propia.

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