martes, 27 de octubre de 2015

Sexos


         No hace tanto tiempo despareció del carnet de identidad español el apartado donde se recogía la profesión del individuo. Una  acertada medida, máxime en los tiempos actuales porque un ciudadano medio acaba ejerciendo oficios y trabajos muy diversos dependiendo de las circunstancias.

         Todavía este documento registra el apartado dedicado al sexo. Cuando se tiene un hijo la primera pregunta siempre, indefectiblemente siempre, es el sexo, a lo que los padres contestan con determinación. Nadie duda. En cambio se ha demostrado que se tiene no un sexo, sino tres, por lo menos: el biológico, el que uno mismo se reconoce y la tendencia sexual elegida para establecer relaciones. Además en cualquiera de los tres casos, gracias a la tecnología, se puede cambiar a lo largo de la vida.

         Esto simplemente confirma que la distinción de sexo carece de sentido. Somos todos iguales, somos personas y tenemos plena libertad para decidir cómo queremos realizarnos. Aceptemos el sexo como un referente que enriquece al individuo y superemos una tradición que lo ha utilizado para clasificar y delimitar a la gente.

         Seamos consecuentes: el sexo es una elección personal y no una imposición social.


1 comentario:

Jon Uchiha dijo...

El sexo es una imposición biológica que en muchos casos el individuo se niega a aceptar, no social. Son las ansias de libertinaje lo que se le lleva a tomar como imposición social para poder cambiarlo al propio gusto de manera lícita.

Cosa bastante peligrosa, dado que si todo es lícito y no hay limites, se terminará por eliminar la identidad propia del individuo vistos los cambios camaleónicos, cada vez más heterogéneos que la sociedad está sufriendo, para bien y para mal.