jueves, 9 de abril de 2015

Contaminaciones


Con insistencia percibimos la presencia de ONG, ecólogos y científicos denunciando la contaminación y el deterioro ambiental que nos acabará llevando a un apocalíptico cambio climático. Ciertamente es un tema delicado que se debe afrontar con muchísima seriedad. Pero ¿qué me dicen de la polución verbal e ideológica que ha invadido y se ha apoderado de millones de cerebros humanos?

Este mal se sigue extendiendo por ámbitos insospechados superando su territorio original. Empujado por la ignorancia y el analfabetismo ha sabido adaptarse muy bien a los nuevos tiempos y aprovecha de forma muy efectiva los medios de comunicación.

         La contaminación intelectual podría definirse como una sobrecarga de información mal entendida y peor procesada, una convergencia de ideas opuestas que cohabitan en la mente de sus víctimas y las condenan al ridículo público cuando pretenden manifestarse travestidas de intelectuales.

         No hace falta apurar las explicaciones que dan los artistas pseudovanguardistas para hacer entender el mensaje que encierra su producto, que no su obra de arte; tan solo con presenciar el empacho ideológico que preside toda tertulia política en televisión para comprobar con fatal pesimismo que estamos asistiendo a un cambio lingüístico producido por la contaminación verbal.


No hay comentarios: