Existen muchas formas de desear
volver hacia atrás, de desandar el camino andado, de borrar lo que uno ha
hecho. De todas ellas, la más elemental y probablemente inútil sea el
arrepentimiento.
Uno se arrepiente cuando las
consecuencias de una actuación son evaluadas negativamente. No deja de ser un
reconocimiento de una acción equivocada o una mala elección, pero con ello no
se hace obligatoriamente ninguna propuesta de reposición o corrección, sino un
simple no debí hacerlo, que no es lo mismo.
Detrás de todo arrepentimiento lo que realmente se encierra es el deseo de que
aquello no tenía que haber pasado. El arrepentimiento es un sentimiento que se
une al remordimiento, pesadumbre o abatimiento.
Hay mucha gente que tras haber
provocado un daño ofrece su arrepentimiento como muestra de buena voluntad tratando
de dejar las cosas como estaban antes de lo ocurrido. El gesto puede quedar en
solo eso si no va acompañado de una compensación, de una oferta para reducir el
dolor y una aceptación sincera de culpabilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario