domingo, 22 de junio de 2014

Cristales


Los cristales solo dejan pasar la luz. Ni el sonido, ni el olor, ni el calor. Los cristales cambian los colores, moldean las formas, distorsionan y mienten. Por frágiles que nos parezcan funcionan como muros blindados que nos separan de la realidad.

Siempre nos asomamos al mundo a través de un imperceptible cristal. E inconscientes de su presencia damos vía libre a la interpretación. Vemos lo que interpretamos ver, entendemos lo que interpretamos entender. No importa el grado de transparencia u opacidad que tenga el cristal ni su grosor. Nuestra voluntad de interpretación acomoda la luz filtrada. Y por eso, a partir de lo que hemos dado por visto y lo que hemos dado por entendido llegamos a sentir.

A veces nos vendría mejor cerrar los ojos y apartar el engaño. Entonces, oiremos las palabras, oleremos los aromas y notaremos el calor de las personas. Y no nos importará el color ni la imagen, porque entonces sí podremos apreciar la realidad, la profunda verdad que todos llevan dentro.



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