lunes, 23 de noviembre de 2015

Pretextos


         Los pobres utilizan pruebas para poder acusar. A los poderosos les bastan los pretextos. Su ventaja radica en que los pretextos los crean los propios interesados y no importa que sean justificados o infundados. Cada pretexto es una carta blanca para poder actuar dentro de una ficticia legalidad.

         Siempre que un estado inicia una guerra contra un país que se cruce en sus intereses recurre al pretexto fácil y directo: la amenaza. Así Hitler declaró la invasión de Polonia al igual que muchos años después Estados Unidos pudo pulverizar el estado iraquí a su antojo durante la II Guerra del Golfo.

         Visto así, cada vez que se empieza a construir un pretexto debemos encender nuestra alerta y prepararnos para cualquier sorpresa. En el plano internacional hasta hace poco las provocaciones de Kim Jong-un, máximo gobernante de Corea del Norte, invitaban a una intervención consensuada. Fracasada la Primavera árabe, sin embargo, gracias a Alá y a sus ignorantes radicales las potencias han encontrado un nuevo pretexto para reorganizar su presencia en todos los países musulmanes, empezando por Siria y siguiendo por Mali.


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