jueves, 13 de diciembre de 2012

Agujeros negros




Los agujeros negros forman parte del universo. Tanto su formación como su comportamiento se escapan de la comprensión de la mayoría de nosotros, por eso cada uno lo imagina de una manera más o menos simplificada. Podríamos decir que un agujero negro es un punto complejo del cosmos capaz de atraer cualquier cuerpo que pase cerca de él, incluida la luz, para no dejarlo escapar jamás. Un imán insaciable.

En nuestro entorno más próximo, el agujero negro puede entenderse de una manera más pragmática: ayudas a un banco cuyas pérdidas son desorbitadas, asignación de fondos a actividades sin justificaciones, subvenciones a falsos beneficiarios…

En otras palabras: todo el dinero que circule más o menos cerca de ellos no solo es engullido sino que además no queda ni la más mínima esperanza de volverlo a ver.

Tiene mérito que un fenómeno tan espectacular ofrecido por la astronomía a años luz, el ser humano haya sido capaz de reproducirlo. Son tan fieles calcos que igual que el tiempo, el máximo rector de la existencia, deja de funcionar dentro de un agujero negro astrofísico, los gobiernos, responsables del orden de un estado, se muestran juguetes ante los causantes de los agujeros negros económicos.

No hay comentarios: