jueves, 21 de febrero de 2013

Caníbales




Existe cierto pacto corporativista no escrito en el que los profesionales de un mismo sector evitan criticar, desprestigiar o denunciar a sus propios compañeros. La premisa perro no come perro prevalece por encima de rivalidades y enfrentamientos. Reducir las disputas al ámbito interno salvaguarda una buena imagen de la profesión.

Pero el canibalismo se ha dado prácticamente en todas las épocas y en todas las especies. La antropofagia, tanto por necesidad como por motivos religiosos, siempre fue vista con horror por los exploradores europeos cuando describían a los pobladores de las nuevas tierras, olvidando que en la propia Europa también había habido caníbales en tiempos pasados.

La clase política, posiblemente la menos escrupulosa de todas las que conforman la especie humana, en su afán por acceder al poder, no renuncia a ninguna arte. Por eso, cuando se siente alejada del gobierno no duda en activar su maquinaria de acoso y derribo, tratando de comerse a sus enemigos, políticos como ellos también. Olvidando su verdadera función, no escamotean esfuerzos para enzarzarse en un intercambio de mordiscos sin importarles que con ello arrastran su condición de representantes del pueblo a lo más bajo.

El único consuelo que nos queda es que cuanto más feroz sea el enfrentamiento entre nuestros políticos, menos caníbales sobrevivirán. Algo es algo.


No hay comentarios: