miércoles, 14 de agosto de 2013

Víctimas




Cualquier hecho violento que genere tan solo una víctima merece el repudio más absoluto. En sí, cualquier hecho violento, en general. Este enunciado aparentemente se presenta como una proclama más, y ahí empieza a perder su fuerza. Todos los principios universales de convivencia condenan la violencia, sin embargo esta sigue presente entre nosotros.

Los noticieros reservan un espacio para informar de los grandes incidentes con violencia. Con ello no confirman que realmente tomen una postura que rechace estos actos; todo lo contrario, demuestran tanta falta de posicionamiento, tanta insensibilidad ante la tragedia… que se convierten en mecánicos transmisores de una realidad sin saber contextualizar la dimensión del daño.

Han caído en tal monotonía y desconsideración que una y otra vez, cuando cuantifican las cifras de las víctimas, añaden la coletillas de entre los muertos había mujeres y niños. ¿Qué pasa? ¿Acaso si las víctimas hubiesen sido solo hombres esa violencia ya estaba justificada?

Víctimas: ni mujeres, ni niños… ni hombres: ¡nadie!

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