lunes, 19 de abril de 2021

El coro del silencio

Día 506º de la pandemia del Covid-19. Continúo asintomático y sin vacunar. En lo que llevamos de mes me hago dos preguntas: ¿cuánta gente se está negando a recibir la AstraZeneca? Y ¿Cómo están evolucionando los vacunados con ese producto?

Lo mínimo que podemos pedir a la prensa es que informe y que lo haga con veracidad. Manipular una noticia o evitar difundirla supone dar la espalda a ese sacro compromiso que contrajo con la sociedad. Porque por encima de todo su obligación es informar y exigir transparencia a los responsables de los hechos. Pero henos aquí que nuestra prensa ha decidido en pleno alinearse con el poder establecido y se ha decantado por una sumisión colaboracionista que recuerda aquella que sostenía a la dictadura.

Así tenemos una campaña coral que presiona sobre los ciudadanos para que transijan y se vacunen con ese experimento fallido que es AstraZeneca. Desde que se retomó la vacunación generalizada las noticias ofrecen imágenes de gente feliz que sale con el deber cumplido en beneficio de todos pues ha superado sus miedos y ha seguido los consejos de esos expertos que cínicamente minimizan los riesgos -o sea, muertes- ante el provecho general.

Volviendo a las dos cuestiones iniciales, la consejera de salud de la Comunidad Valenciana ha tenido la desfachatez de decir que todavía es temprano -y ha pasado más de un mes- para valorar el porcentaje de rechazo entre la gente, dejando de lado que han sido las propias autoridades españolas, todas a la vez, las que restringieron la franja de edad -¿es que no es buena para todo el mundo?- e interrumpieron -sin haber dado todavía ninguna solución a los cientos de miles que recibieron solo la primera dosis- el proceso de vacunación por dos veces -¿por miedo? ¿Por precaución? ¿Por desconfianza en AstraZeneca?  ¿O porque sí tiene informes que así lo prescriben?-. A su vez, en España ha habido ya cinco fallecidos -más de cuarenta en Europa- y numerosos hospitalizados, todos reducidos en prensa a reseñas escuetas donde un se está investigando esa posible relación... parece suficiente para ese coro de colaboracionista.

Finalmente, para enredar la situación quieren utilizar a favor de AstraZeneca los seis casos de trombosis -ningún fallecido- de Janssen, cuando lo que están consiguiendo es que la desconfianza general se amplíe a la vacuna de Johnson & Johnson.

Todavía estoy esperando que alguien desde un medio rompa este coro del silencio y con fuerza diga claramente que la mayoría de la gente sí quiere vacunarse… con garantías. Señores del Gobierno y autoridades sanitarias, esfuércense en conseguir las dosis de las vacunas que sí están funcionando porque sí hay más opciones de las que -¿intencionadamente?- nos están proponiendo a la fuerza.

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